Crece la protesta en Francia contra el alza del combustible: más de 400 heridos
Tras la masiva marcha del sábado, que dejó un muerto, siguieron ayer las movilizaciones y los cortes de ruta.
Los Chalecos Amarillos franceses, esos grupos de clase media empobrecida que protestaban inicialmente contra el alza de combustibles, continuaron con sus bloqueos de rutas el domingo y amenazan con transformarse en desobediencia civil. La movilización de 280.000 personas del sábado se extendió al domingo y al menos 40.000 personas se desplazaron. La protesta ya ha dejado una manifestante muerta, 409 heridos, entre ellos 28 policías, y 157 detenidos.
Los heridos se producen por enfrentamientos con las fuerzas del orden o por incidentes con ciudadanos que quieren atravesar los bloqueos. Los manifestantes lo impiden y los automovilistas los llevan por delante. La única muerte fue en esas condiciones. Una conductora que llevaba a su hija al hospital llevó por delante a una manifestante jubilada de 63 años en Savoie.
En una acción espectacular ayer, Disneyworld fue bloqueada por los manifestantes. Instalaron sus barreras en el estacionamiento y, bajo la mirada de la policía, bloquearon siete de los nueve accesos y permitieron la entrada gratuita de los visitantes.
La empresa Vinci, que controla autorutas y peajes, dijo que hubo “una intensificación de las manifestaciones”, que incluye bloqueos de peaje, estaciones de servicio e incluso supermercados cerrados por precau- ción. Ellos al menos contabilizaron 50 acciones en las grandes rutas. ”Operación peaje gratuito” fueron las acciones ayer de los manifestantes. Las autoridades recomendaron a la población no salir a la ruta si no era absolutamente necesario.
La protesta ha superado el alza de combustibles para una clase media que vive en pequeños pueblos y debe recorrer en auto varios kilómetros para ir a trabajar, hacer compras o visitar un hospital. Es el poder de compra perdido, el aumento de impuestos sin fin, la desertización sanitaria en amplias zonas de Francia porque los médicos no quieren instalarse, contra lo que protestan.
El este del país, la Costa Azul y Normandía fueron las zonas más perturbadas por los bloqueos. El alcalde republicano de Troyes, el ex ministro de economía François Baroin llamó al gobierno “a escuchar este mensaje de alerta profunda” que representa la manifestación: “No puede hacer como si nada hubiese pasado. Los Chalecos Amarillos no es otra que la clase media que está en plena interrogación sobre su futuro, sobre su poder de compra. Piden a Emmanuel Macron que escuche”, dijo.
Llenar el tanque subió de 45 a 65 euros y los Chalecos Amarillos deben recorrer hasta 80 km diarios para ir a sus trabajos. Con un salario menor a los 1.300 euros mensuales, necesitan al menos 350 euros para el auto.
El gobierno aseguró que no cambiará su política fiscal, pese a la movilización. El primer ministro Edouard Philippe fue la cara del gobierno en esta nueva crisis. “Uno puede manifestar, pero bloquear un país cuando los servicios de emergencia tienen necesidad de circular o cada uno tiene necesidad de circular, evidentemente no es aceptable”, precisó. ■