Trump dice que no quiere oír el audio que certifica el crimen de Khashoggi
El presidente de EE.UU. dijo en TV que le cree al príncipe Mohamed Bin Salman, pero la CIA lo considera responsable.
En una entrevista con la cadena televisiva Fox emitida ayer, el presidente Donald Trump dijo que no oyó ni desea oír la grabación de audio hecha por servicios de inteligencia de Turquía. Ese audio atestigua el momento en que el periodista saudita Jamal Khashoggi es asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, el 2 de octubre. “Es una grabación de sufrimiento, la tenemos y no la quiero escuchar, es una grabación terrible. Estoy enterado de lo que pasó en esa grabación sin tener que oírla”, le dijo Trump al periodista Chris Wallace, de Fox News.
El presidente estadounidense dijo que la grabación no cambiará su decisión sobre cómo responder al asesinato. “Tendremos un informe completo sobre lo que pasó en dos días más, tal vez el lunes o martes, incluyendo el tema de quién es el culpable”, dijo Trump. No está claro si ese informe final será difundido públicamente.
El periodista de Fox News le preguntó a Trump, “¿cree que el príncipe Mohamed Bin Salman le mintió?”. Ante esto, el presidente contestó: “No lo sé, ¿quién puede saberlo realmente?. Me dijo que no tuvo nada que ver, tal vez cinco veces, en diferentes ocasiones, incluso hace pocos días”.
Recordando que Estados Unidos ya anunció sanciones financieras contra 17 altos funcionarios sauditas, Trump insistió en que Arabia Saudita es “un aliado que ha sido excelente y quiero quedarme con él”.
Parece evidente que Trump está ante una disyuntiva difícil. Se trata de cómo castigar a Arabia Saudita por el asesinato sin arruinar la alianza estratégica con ese país. Es el primer productor mundial de petróleo y un firme aliado de Estados Unidos en la región, desde la década de 1940. El viernes, fuentes de la CIA revelaron a través de distintos medios de comunicación estadounidenses (entre ellos el diario The Washington Post) que el príncipe Mohamed Bin Salman (hoy verdadero poder detrás del trono en Arabia Saudita) ordenó personalmente el asesinato y es el máximo responsable.
Días antes, el miércoles 14, fiscales de Arabia Saudita acusaron formalmente a 11 personas del asesinato y 5 de ellos enfrentarían una condena a muerte. Horas después, el Departamento de Estado de los Estados Unidos anunció sanciones contra 17 altos funcionarios sauditas, pero el poderoso príncipe Mohamed Bin Salman no está en esa lista.
Voceros del Departamento de Estado comentaron que el gobierno de Trump no tiene una conclusión final sobre el caso. “Numerosas cuestiones siguen sin respuesta”, dijo la vocero Heather Nauert.
Arabia Saudita dio varias versiones de los hechos, ninguna demasiado creíble. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó públicamente varias veces que la orden de matar a Khashoggi vino del nivel más alto del gobierno saudita. Según la última versión saudita, 15 agentes de inteligencia fueron a Estambul para traer de vuelta a Arabia Saudita a Khashoggi, quien se había exilado en Estados Unidos y escribía columnas periodísticas en el diario The Washington Post, oponiéndose al creciente autoritarismo de la monarquía. Según la versión oficial saudita, la operación con Khashoggi salió mal y el periodista fue maltratado en el consulado de Estambul, adonde había ido por un trámite de divorcio. Fue drogado y su cuerpo descuartizado. Sus restos nunca aparecieron y según la inteligencia turca, el cadáver habría sido disuelto con ácido para eliminar toda evidencia. Las grabaciones del momento del crimen fueron compartidas con la CIA después. Se sabe que el presidente habló con la directora de la CIA, Gina Haspel. Luego afirmó que la CIA “todavía no había evaluado nada” porque era “demasiado pronto”.
Trump dijo que su país tendrá un informe completo recién esta semana. La estabilidad política de la monarquía saudita es el tema central, más allá del asesinato de Khashoggi, estiman algunos analistas internacionales. “Ninguna de las potencias occidentales quiere desestabilizar al reino saudita o fomentar una abierta lucha de poder internamente, ya existen demasiados focos de conflicto en la región”, opinó Ayham Kamel, analista de la consultora Eurasia Group. Hay varios asuntos pendientes, según dijo Trump a Fox News. Entre ellos, terminar con el conflicto en Yemen y “contener” a Irán. “Se necesitan dos para bailar un tango, quiero que Arabia Saudita pare y también quiero que Irán pare”, dijo Trump. ■
“El príncipe Mohamed Bin Salman me dijo que no tuvo nada que ver”, comentó Trump.