El poeta de la libertad, en alerta
Sencilla y a la vez terriblemente honda. Así es la poesía del venezolano Rafael Cadenas, que ayer recibió el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en Salamanca (España), un reconocimiento mayor para los autores del género. En su discurso de aceptación, el autor de 88 años hizo un encendido reclamo por el regreso de la democracia a su país. Recalcó que “urge instaurar la normalidad (en Venezuela) que solo puede ser democrática” y rechazó “los nacionalismos” ya que “traen odios, conflictos y guerras”.
Cadenas profundizó: “Hace unos días dije en una entrevista que la palabra crisis aplicada a Venezuela es un eufemismo. Pues bien, nuestra si- tuación va más allá. Es de una salida difícil”. En esa línea, evaluó que cuando “la libertad, justicia, democracia, civismo y honestidad” se ausentan, se vuelve difícil la supervivencia de los ciudadanos.
A lo largo de su discurso también evocó su relación con España, a la que lo une su literatura. Recordó lecturas de autores de distintas generaciones y ensalzó particularmente a Miguel de Unamuno (1864-1936), al que definió como un “despertador de las almas”.
Nacido en 1930 en Barquisimeto, el poeta recibió los 42 mil euros que entrega el premio otorgado por el Estado español y la Universidad de Salamanca. El lunes había presentado en el Palacio Real de Madrid su antología No es mi rostro.
En aquella ocasión, sobre su obra, definió: “Hay una poesía del presente, que es la que trato de escribir sin excluir desde luego lo que ha ocurrido en el pasado, porque eso sería también mutilarse. En los libros que he escrito hay pasado, hay presente y poco futuro”.
Al señalar al estadounidense Walt Whitman como una de sus figuras inspiradoras, avanzó: “Él fue el símbolo de la democracia, a la que hay que defender porque está amenazada en muchos países. El totalitarismo ha sobrevivido o ha vuelto y yo creo que no hay que descuidarse en ese sentido".
Autor del poema Derrota, ícono cultural en la generación de los años 60, Cadenas impregnó sus publicaciones de un profundo carácter de defensa de las libertades y los derechos humanos. Su obra, señaló el antólogo Juan Pablo Gómez Cova, es “tan sencilla y, sin embargo, tan terriblemente honda”. Realizada, además, por una pluma que “que rinde homenaje con sus versos a la vida “tangible, simple y verdadera”. ■