El ex juez podría terminar preso y revisarse sus sentencias
La pata judicial. A los ex magistrados se aplican los agravantes de los delitos. Pedirían declarar cosa juzgada írrita sus causas.
Norberto Oyarbide optó ayer por una coartada judicial clásica: haber actuado “bajo presión” de los K en la firma de sus sentencias. Apostó a esta jugada porque tiene miedo de terminar preso en la causa de los cuadernos por las coimas. Sucede que los magistrados y ex magistrados tienen los llamados agravantes de todas las penas. Entonces, si se lo condena por asociación ilícita por más de 3 años deberá cumplir prisión efectiva. Más aún si eventualmente, Bonadio le suma el delito de prevaricato -dictar sentencia contra la ley- porque Oyarbide manejó importantes causas en que está imputado De Vido y el matrimonio Kirchner. El abogado Ricardo Monner Sans dijo a Clarín que “es una posibilidad muy fundada que Oyarbide termine tras las rejas. A los jueces y ex jueces se le suman por el Código Penal todos los agravantes de las penas”. El letrado explicó que se le podían aplicar los artículos 269 a 272 del código penal, más cohecho y tráfico de influencias.
Si se demuestra que Oyarbide cometió el delito de prevaricato en sus causas -por sorteo durante la época
K la mayoría de las causas de corrupción caían en su juzgado-, los fiscales, la Oficina Anticorrupción y otros querellantes podrían pedir que se aplique el concepto de cosa juzgada írrita. En este caso, por ejemplo, el polémico sobreseimiento que dictó a los Kirchner por enriquecimiento ilícito del año 2008 podría reabrirse y perder su carácter de cosa juzgada.
Como antes había beneficiado al menemismo e incluso figuró en la famosa "servilleta" en que el ex ministro del Interior Carlos Corach había escrito los nombres de los jueces que manejaba, luego Oyarbide ayudó al kirchnerismo en una serie de expedientes. El ex ministro de Planificación estuvo imputado en la causa por el desvío de fondos del plan Sueños Compartidos. Entonces, él se centró en Sergio Schoklender y dejó en otra causa a los ex funcionarios como De Vido. También intervino en estas otras causas que interesaban a los K: la cuenta suiza del presidente de Covelia en que una fiscal suiza pedía datos de Moyano, en la mafia de los medicamentos nunca imputó al líder camionero y en escuchas ilegales procesó al Jorge “Fino” Palacios y a Mauricio Macri, pero no al ministro de Justicia Guillermo Montenegro. También por un pedido del subsecretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Liuzzi, frenó un allanamiento a la financiera de Guillermo Greppi y salvó a Boudou por presuntas irregularidades en el manejo de fondos cuando se desempeñó como titular de la Anses y por el canje de bonos de deuda. En los cuadernos, Oyarbide figura en una serie de contactos con De Vido y su entorno en los que habría intercambiado “sentencias por dinero”.
Los kirchneristas rechazaron 53 pedidos de juicios políticos en la Magistratura. Ahora se sabe por qué tanta defensa K para el ex juez. ■