El PJ intervenido “huele a resurrección del kirchnerismo”
El justicialismo, como partido político fue invadido por la epidemia de mentiras y actos ilícitos de corrupción que protagonizó el kirchnerismo cuya gestión estuvo muy alejada de los principios que sostienen la justicia social. Despilfarró los recursos del país, prostituyó la Justicia, provocó una crisis energética, nos aisló del mundo desarrollado y destruyó sus instituciones. Fue tan falta de convicciones firmes la actitud doctrinaria de los dirigentes justicialistas que en algunos casos contrajeron la enfermedad y se resignaron a ser portadores del virus y en otros permanecieron casi indiferentes viendo cómo la plaga se fagocitaba un partido de amplia repercusión en el plano político del país y amenazaba con su desaparición. Esa división lo convirtió en perdedor del voto de gran parte del electorado y de la credibilidad que debe tener toda propuesta política para ser aceptada, y provocó un crisis que derivó en su intervención por parte de la Justicia. El actual interventor busca la unión del PJ, pero en la creencia de que con la cantidad de adictos va a superar esa perdida de calidad institucional que le usurpó el krichnerismo se ha pronunciado por abrir las puertas del partido a quienes los infestaron de ideas ajenas a la esencia de la doctrina justicialista buscando su destrucción y lo llevaron esta situación en la que aparece como débil sostén de una idea agonizante.
Ello demandará a sus devaluados dirigentes un alto precio de rehabilitación, buscando alianzas con el massismo y otros partidos, que en el fondo van a tener el mismo efecto devastador del kirchnerismo por la inconsistencia de sus fracasados proyectos. Por esa razón, la gestión del interventor me huele a resurrección del kirchnerismo con la amenaza de reivindicar los actos de corrupción e incapacidad dirigente que llevaron a la República a esta situación coyuntural de alto costo social.