Clarín

Ahora la quieren como senadora

ELISA CARRIÓ

- Marcelo Helfgot mhelfgot@clarin.com

En el Gobierno la consideran una candidata muy competitiv­a para encabezar la boleta porteña.

El número no figura en la ruleta. Pero la Casa Rosada ya bajó la orden de apostar todo al 40. Es el porcentaje de votos que se fijó como objetivo de mínima para que el año próximo Mauricio Macri pueda ser reelecto en primera vuelta. Necesitarí­a superar esa cifra y aventajar al segundo por más de diez puntos para consagrars­e sin balotaje. Con el peronismo dividido, en el PRO lo creen posible. Aunque admiten que el plan sólo tendrá andamiaje si tiran toda la carne al asador para atravesar el 40%.

La estrategia para arrimarle votos a Macri se puso en marcha con el anuncio de las intencione­s reeleccion­istas de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, más la unificació­n de los comicios donde gobierna Cambiemos. Tras las alarmas que sonaron en Gobierno por la proliferac­ión de encuestas que confirman una baja en la imagen presidenci­al (al calor de la reforma previsiona­l, las tarifas y la cantidad de ministros en offside)), comenzaron a barajarse otros refuerzos. Una de las apuestas más ambiciosas -y también de las más difíciles de concretar- consiste en convencer a Elisa Carrió para que vuelve a jugar.

Las espadas del macrismo porteño tuvieron que transpirar la camiseta para lograr que la líder de la Coalición Cívica resignara el año pasado sus as- piraciones de presentars­e en Provincia y accediera a ir al frente de la lista de diputados en Capital. Ahora le encomendar­on la tarea de reflotar el operativo “Lilita 2019”, que el equipo de Larreta había dejado en borrador luego del arrasador triunfo de 2017, cuando la boleta de Carrió arañó el 51%. Sólo Chacho Alvarez superó ese porcentaje.

¿En qué consiste la misión? En ablandar los reparos que interpuso la chaqueña en aquellos tempranos tanteos para que encabece la lista pa- ra el Senado. Esa es la boleta que va pegada a la del binomio presidenci­al, por eso las usinas de Cambiemos consideran que el efecto de arrastre será clave para maximizar el resultado en primera vuelta. En esos mismos tableros se descarta por ahora que Macri pueda exceder la cifra mágica del 45% que lo consagrarí­a más allá de lo que sume el escolta. Y también comienzan a plantearse los riesgos de una segunda vuelta, donde la gestión sería plebiscita­da y cualquier rival podría concentrar un eventual malestar de la mitad más uno.

De todos eso se habla en la mesa chica del jefe porteño, que completan Diego Santilli, Fernando Starfa- ce, Felipe Miguel, Bruno Screnci, Eduardo Machiavell­i y Francisco Quintana. Uno de los miembros de esa tribu -que se reúne quincenalm­ente en la vanguardis­ta sede de Parque Patricios- le comentó a Clarín la respuesta ambivalent­e que Carrió le dio a un emisario, antes de un viaje al exterior del que regresó ayer.

• “Me comprometí con el electorado a ser diputada por cuatro años”.

• “Voy a hacer todo lo necesario para ayudar a que Macri sea reelecto”.

Es histórica la aprensión de Carrió para formar parte de la Cámara alta, un ambiente que considera hostil. Por eso, Larreta y compañía tienen a mano otro argumento para torcerle el brazo: que su presencia vuelve a ser vital también para frenar el desafío de Martín Lousteau. El flamante afiliado radical figura en la lista de enemigos de Carrió que hace rato integran el “Coti” Nosiglia y el “Tano” Angelici. El PRO quiere negarse la lista de senadores, en caso de que se anime a enfrentar a Larreta.

Pese a no tener rango en la Coalición Cívica porteña, la diputada negoció hace dos semanas con el jefe nacional de la UCR, Alfredo Cornejo, las condicione­s para el armado de Cambiemos en la Ciudad, el único distrito donde la coalición oficialist­a está ausente. Llevó al almuerzo en una parrilla de la Panamerica­na a Maximilian­o Ferraro, referente de los lilitos porteños, quien le concedió a Clarín que la idea de “Carrió senadora” circuló por la “chacra” de Exaltación de la Cruz donde habita la legis- ladora. Pero se atajó: “Todavía no empezamos a hablar de candidatur­as”.

En el campamento radical también rebotó el rumor. “A Macri no le va a quedar otra que jugar con Carrió para arrimar al 40 por ciento”, analiza un delegado del distrito al Comité Nacional que predica la unificació­n con el PRO y los cívicos, pero rechaza los condiciona­mientos.

Pese a sus diferencia­s con la Rosada, el histórico dirigente hace las mismas cuentas: en la primera vuelta de 2015, el Presidente obtuvo el 34,15% de los votos y adosarle seis puntos tras el desgaste de la gestión no sería tarea sencilla. Eso sí, advierte que si Lousteau finalmente va a las PASO contra Larreta, no podrían impedirle usar la boleta al Senado. “Si vamos con Cambiemos en la Capital, tendremos el derechos de colgar las boletas nacionales en las que no vayamos con candidatos propios”, afirma.

El operativo está en marcha y Lilita Carrió tiene la última palabra. ■

Un argumento para convencerl­a sería que su candidatur­a podría bloquear a Lousteau.

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PEDRO L. FERNANDEZ Solicitada. Carrió en una sesión de la Cámara baja.

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