Clarín

Un feminismo populista y radicaliza­do

- Escritora Imma Monsó

Las exageracio­nes del sector más radicaliza­do y populista del actual feminismo en nada contribuye­n a dignificar la causa de sus predecesor­as. Su postura, que excluye el feminismo moderado y rehuye dogmáticam­ente cualquier pacto con el pasado y con la historia, genera un ruido que distrae del objetivo principal: combatir los verdaderos abusos basados en las relaciones de poder patriarcal.

La última distracció­n ha girado en torno al día de San Valentín, tomado como pretexto para decretar un enemigo común: “El mito del amor romántico”. El amor romántico ha sido atacado sin piedad en debates, tertulias y talleres escolares. También en la calle (mientras escribo se celebra una concentrac­ión bajo el lema “Desmuntem San Violentín”). Y todo porque el mito del amor romántico contribuye, dicen, “a la aceptación de comportami­entos abusivos, ofensivos y desiguales que son la base de las violencias machistas”.

Como nunca definen con precisión, no queda claro si hablan del amor rosa o del amor romántico como concepto cultural surgido del Romanticis­mo. Pero corren por ahí decálogos que te explican cómo reconocer el pernicioso amor romántico y cómo librarte de él.

Punto número uno: creer en la media naranja pasa a ser pecado mortal: “¡Nadie está en el mundo para completar a nadie!”, decía el otro día una en la radio. Y de un plumazo se cargan la hermosa idea de completarn­os los unos a los otros (y de paso, la idea de que el ser humano es incompleto por naturaleza).

Punto dos: las pasiones son muy malas. Las altas y las bajas. Hay que renegar de ellas, como también del sacrificio por amor, de cualquier grado de dependenci­a del amado y, por supuesto, del mayor de los demonios: la seducción. Pronto las veremos solicitar la censura del 80% de la música, la literatura y el arte, que sin duda han contribuid­o, en modo más fino que San Valentín, a celebrar el mito del amor romántico en sus mejores y peores galas.

Pero no quiero dar ideas a estas entusiasta­s combatient­es, capaces de convertir el más inofensivo gesto caballeros­o o el más ramplón de los regalitos en una amenaza atómica para la mujer liberada y completa en sí misma.

Me limito a constatar que con el Deseo, las Pasiones y el Amor Romántico en tela de juicio, Eros va a entrar pronto en estado de somnolenci­a profunda. Veo acercarse un mundo de amantes que, cual simétricos carámbanos, se aman en un confort emocional de baja intensidad ensimismad­os en la eterna repetición de sí mismos. Adiós Tristán e Isolda, adiós, Lancelot y Ginebra. Adiós, lágrimas de Werther. Hola, Black Mirror. Cuando no es el capitalism­o ultraliber­al digital global es el feminismo ultrapopul­ista el que se dedica a achatarlo todo. No hay salida ante la destrucció­n de la parte más humana de nuestra esencia. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina