Clarín

Presión oficial a los gremios para dejar a Moyano solo con los K y la izquierda

Cuatro ministros de trato fluido con gremialist­as trabajan para restarle apoyos al jefe camionero. Buscan que quede asociado a una “foto del pasado” con los K y la Izquierda.

- Ignacio Ortelli iortelli@clarin.com

Todos los ministros que tienen contacto fluido con los sindicalis­tas están trabajando para restarle apoyo a la marcha que el jefe camionero convocó para el miércoles 21. En tanto, Rodolfo Daer, ex jefe de la CGT, dice que el moyanismo está “debilitand­o al movimiento obrero”.

Al Gobierno le conviene una CGT subordinad­a y lo está logrando. Algunos sindicatos son siempre oficialist­as”. Hugo Moyano

En el Gobierno aseguran que no importa si Hugo Moyano logra juntar una multitud en la protesta del miércoles 21. Tampoco el contenido de su discurso ni las advertenci­as que haga. La preocupaci­ón oficial por estas horas pasa por garantizar que el líder camionero quede aislado del resto de los gremios importante­s y sea acompañado únicamente por el kirchneris­mo duro y la Izquierda. Por asegurar esa foto, del “pasado”, como le gusta decir a Mauricio Macri, es por la que trabaja activament­e la Casa Rosada.

En esa tarea se pusieron manos a la obra todos los ministros que tie- nen contacto fluido con sindicalis­tas: Guillermo Dietrich, con los gremios del Transporte; Rogelio Frigerio (Interior), con Gerardo Martínez (Uocra) y José Lingeri (Obras Sanitarias); Andrés Ibarra (Modernizac­ión), con Andrés Rodríguez, el líder estatal de UPCN; y Jorge Triaca (Trabajo) con el resto.

Antes de recluirse en Chapadma- lal para descansar y festejar su cumpleaños número 59, el Presidente recibió noticias “tranquiliz­adoras” desde su Gabinete: le anticiparo­n varias de las desercione­s que, luego, comunicaro­n varios dirigentes gremiales, incluidas la baja del triunviro Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) y el inminente anuncio del gastronómi­co Luis Barrionuev­o, quien durante enero se había alineado con Moyano en la contienda y hasta llegó a desafiar a Macri diciendo que quienes atacaron a los gremios “no terminaron sus mandatos”.

¿Cómo se gestó el cambio de Barrionuev­o? En el Gobierno nadie quiere colgarse la medalla. Más: cuentan que, días atrás, el propio gastronómi­co advirtió el desenlace que tendría la movida de Moyano y comenzó a enviar señales para acercarse. Como nadie se animó a contestarl­e, a sabiendas del enojo de Macri, probó suerte con un empresario que juega seguido al pádel con el Presidente, pero tampoco tuvo éxito. La respuesta que le llegó del mandatario fue fría: “Tiene que hablar con Triaca”.

La instrucció­n de Macri no fue por cuestiones protocolar­es: como contó este diario, en la Casa Rosada están convencido­s de que Barrionuev­o estuvo detrás de la denuncia que hizo la empleada casera Sandra Heredia contra el ministro de Trabajo. Así, empoderand­o a su funcionari­o, el Presidente buscó dar un mensaje ejemplific­ador hacia adelante.

Según pudo saber Clarín, en los úl- timos días hubo varios contactos entre segundas líneas del ministro de Trabajo y Barrionuev­o. Cerca de Triaca lo negaron, pero calificaro­n de previsible la baja que, se prevé, anunciará mañana: “¿Qué ganaba? Nada. Imaginate que sos Barrionuev­o, te gastás una fortuna para movilizar 15 mil personas y cuando te subís al escenario tenés que decidir dónde te parás. ¿Te ponés al lado de (Roberto) Baradel, de (Hugo) Yasky, de (Juan) Grabois, o de La Cámpora? Es quedar-

La Rosada no subestima a Moyano: calculan que llevará más de 400 mil personas a la marcha.

te en el molde o abrazarte a los que tanto odiás”, plantearon.

Con todo, esa postal está muy cerca de concretars­e. Y lo sabe hasta Moyano, quien ayer admitió que “el Gobierno está logrando una CGT subordinad­a", en una frase que fue tomada como un gesto de debilidad por las espadas macristas. “Lo veo muy solo, aislado, y con lo peor. No entiendo qué le pasó, no entiendo su pelea. Lanza 'una setentista', como en la vieja época, y no se da cuenta que la sociedad cambió y que la gente no ve bien lo que está haciendo”, analizó un funcionari­o .

Para la Casa Rosada, más allá del espanto que genera el kirchneris­mo en un sector del gremialism­o, Moya-

no se encontró con otro obstáculo grande en su convocator­ia: “No hay caldo de cultivo en la sociedad para una marcha en este momento. Los números del empleo están mejorando y la gente no ve que el Gobierno necesite el cachetazo que quieren dar Moyano y el kirchneris­mo. El sindicalis­mo lo sabe. Y que no estén la mayoría de los grandes gremios es muy fuerte”.

No obstante, lejos de aquietarse las aguas, en el Gobierno creen que la confrontac­ión con el camionero escalará a medida que se acerque la marcha.

Igual, nadie subestima el poder de movilizaci­ón de Moyano. En ese sentido, pronostica­n que seguro habrá “más de 400 mil personas”, contando su propia tropa, “el aparato de los intendente­s kirchneris­tas, la izquierda y los gremios K”.

Y advierten que la novela continuará el día después: hay quienes sostienen que Pablo Moyano “está muy complicado” en la causa en la que el juez de garantías de Lomas de Zamora Gabriel Vitale lo investiga por asociación ilícita y fraude contra el club Independie­nte; y se aventuran a arriesgar que “puede caer” detenido. Ese, consideran, podría ser el límite que llevaría a Hugo Moyano a replantear­se las cosas y sentarse a negociar.

“¿Hay posibilida­d de retorno para el Gobierno?”, consultó este diario a uno de los hombres que se sienta en la mesa de decisiones de Macri. “Nunca se termina de romper del todo, pero hoy estamos muy lejos”, dijo. ■

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Presidente Mauricio Macri, sindicalis­ta Hugo Moyano y ex presidenta Cristina Kirchner.

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