El paro de la CGT tiene adhesión parcial y la central quedó partida
La mayoría de los gremios grandes no se suman a la medida, que se inició ayer y finaliza hoy al mediodía.
De un paro de 36 horas a uno, a medias, de 12 horas. Dividida en las formas y en el fondo, la CGT activó ayer una medida de fuerza contra la reforma previsional que se estirará hasta este mediodía. El mapa de los gremios que adhirieron y los que no servirá como registro de la atmósfera crítica en el planeta CGT. Ese punteo refleja la fractura, cada vez más visible, en la cúpula cegetista.
Hace décadas un paro con trans- porte público es parcial y de eficacia relativa. Ahí está el dato: los colectivos, del gremio UTA que comanda Roberto Fernández, no interrumpirán sus servicios informó ayer el sindicato. "Podría haber alguna afectación puntual pero habrá colectivos", dijeron a Clarín desde el sector.
Los que no funcionarán a partir de la medianoche son los trenes metropolitanos, anticipó La Fraternidad, cuyo titular es Omar Maturano. Los subtes, en tanto, no retomarán el servicio hasta el mediodía.
Ayer el sector donde más impacto el anuncio de la CGT fue el aeronáutico: las aerolíneas anticiparon o cancelaron sus vuelos y recién este mediodía comenzaría a normalizarse el funcionamiento.
Otro sector donde se prevé alta afectación es el bancario. Sergio Pallazo, de La Bancaria, no integra la CGT pero se sumó a la medida de fuerza lo que se notará en la atención en las entidades.
El punteo último muestra que dos gremios potentes y masivos adhieren. Se trata de Camioneros, a cargo de Pablo Moyano, lo que complicará la recolección de residuos durante medio día. Y la UOM de Antonio Caló, aunque en paros "cortos", la inactividad en sectores industriales es poco perceptible.
De la trinchera de enfrente, no se pliegan UPCN de Andrés Rodríguez tampoco lo hace Comercio de Armando Cavalieri ni, confirmaron anoche, la UOCRA que conduce Gerardo Martínez. Son tres sectores de alta visibilidad.
José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias, pareció ayer hablar en nombre de ese bloque: "No convalidamos que nos empujen a una pelea sin sentido", dijo sobre el paro el sindicalista que al igual que Martínez y Rodríguez
dejó de participar de las últimas reuniones del Consejo Directivo de CGT.
La última juntada de la que participaron fue una reunión de "mesa chica", el martes pasado, donde se acordó redactar una solicitada -que se publicaría hoy- en la que rechazaban la reforma previsional y defendían el acuerdo logrado sobre la reforma laboral.
De ahí en más, el trio Martínez-Rodríguez-Lingeri, en sintonía con Co- mercio y el más silvestre Fernández de UTA, se mostraron reticentes a las decisiones del triunvirato. En rigor, no movilizaron el jueves pasado ni lo hicieron ayer. Tampoco se sumaron al paro.
Ese bloque apunta a Juan Carlos Schmid, uno de los triunviros de la CGT. Lo acusan de "cortase solo" con los anuncios de paros y medidas, y de actuar presionado por el moyanismo. Schmid estuvo ligado a Hugo Moyano pero empezó a despegar.
Otro jugador de peso es Francisco "Barba" Gutiérrez, secretario de Interior cegetista, y dirigente de la UOM. Expresa, en esa mesa, la voz de los que proponen medidas más duras. "Algunos gremios son gobierno- dependientes", dijo un dirigente en referencia a UPCN y UOCRA.
Ayer mocionó por un paro que dure hasta la medianoche de hoy. No logró apoyo suficiente aunque los dirigentes que estuvieron más activos en estas horas expresan las posturas más críticas con la Casa Rosada.
El jueves pasado y ayer el triunvirato que comparten Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña se mostró alineado. Hay una paradoja: Acuña, de Estaciones de Servicio, jugó más a fondo que otros actores y Daer, de Sanidad y sentado en esa mesa por "los Gordos", apostó al triunvirato aunque su sector se corrió de las decisiones. ■