Echegaray negó haber favorecido a Ciccone
Indagado por el juez Lijo, negó cualquier trato preferencial respecto a la imprenta y pidió su sobreseimiento.
Durante más de dos horas, el ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray declaró ante el juez Ariel Lijo y el fiscal Jorge Di Lello, acusado de haber ayudado de “forma ilegal para que Ciccone Calcográfica pudiera conseguir el levantamiento de la quiebra y una moratoria excepcional para pagar su deuda millonaria al Estado”. El ex funcionario K negó la imputación y pidió ser sobreseído. Además, rechazó un documento que Alejandro Vandenbroele aportó a la causa como imputado protegido, con el que busca determinar que había un “plan de salvataje” a favor de la imprenta.
En un tono pausado, Echegaray declaró en el marco de la causa “Ciccone 2”. Planteó que no hubo ningún “trato preferencial al expediente” de la imprenta para que acceda un plan de facilidad de pago de la deuda de 60 millones de dólares.
El nombre de Echegaray, que parecía un “intocable” en el expediente Ciccone, volvió a sonar en la extensa declaración que Alejandro Vandenbroele (señalado como testaferro de Boudou), brindó en el marco del Régimen de Testigos e Imputados Protegidos. Tras la homologación del acuerdo que firmó en la fiscalía, el juez Lijo llamó a indagatoria a algunos hombres importantes del kirchnerismo, entre ellos el ex titular de la AFIP, el gobernador de Formosa Gildo Insfrán, el banquero Jorge Brito y el financista Raúl Moneta.
Vandenbroele declaró hace diez días que estaba acordado de antemano que Echegaray otorgaría las facilidades de pago más rentables para poner en marcha a la imprenta. Vandenbroele había sostenido su planteo con la fotocopia de un documento que muestra un supuesto plan de pago con quitas.
La aparición de ese documento fue el hecho más novedoso de la indagatoria a Echegaray. Según su abogado, León Arslanian, “no tiene ningún valor jurídico porque es una simple fotocopia”. El ex funcionario K negó la validez del papel, señalando que un trámite administrativo “no es tal hasta que no tenga la firma y disposición”. Así se desligó de allanar el camino fiscal a la ex Calcográfica.
En el expediente se investiga la “ruta del dinero” que permitió el salvataje de la imprenta, que tenía una deuda con la AFIP de 60 millones de dólares. Es decir: de dónde provinieron los fondos para que The Old Fund (cuya cara visible es Vandenbroele) pudiera quedarse con el 70% de las acciones de la ex calcográfica con capacidad para imprimir billetes.
Para el juez, el rol de Echegaray no fue menor. Se lo imputó por resolver en pocos días y de modo excepcional la situación de la imprenta. Al respecto, Echegaray reiteró que no dio ningún tratamiento “especial” al expediente de la Calcográfica. Hubo una aclaración: a la primera propuesta que llegó a su despacho le hizo una observación a mano, señalando que el plan de pago para Ciccone debía regir por la Resolución 970, que no ofrece ninguna quita, es decir una financiación de la deuda completa. Fue, según explicó su abogado, “el trámite que tuvo curso”. Y que no hubo ningún “tratamiento exprés”. ■