Los familiares no pierden la fe y contienen su angustia con oraciones y psicólogos
La Base Naval de Mar del Plata es el punto de encuentro de parientes y amigos de los tripulantes.
Con cierta alarma, con creciente incertidumbre, los familiares de los tripulantes del “San Juan” aguardan noticias en la Base Naval de Mar del Plata, donde tiene su apostadero el submarino y adonde tenía previsto arribar a mediados de la próxima semana, según la derrota -como llaman los marinos a la ruta prevista- que había pautado al zarpar en Ushuaia.
Algunos familiares, llegados de otras provincias, pasaron la noche en la base militar, aunque la mayoría de ellos fue en busca de información en distintos momentos del día. Para todos, la Armada montó un equipo destinado a mantenerlos informados, marinos del área de comunicaciones. “Son nuestra prioridad, entendemos por lo que están pasando, su angustia, porque en su lugar bien podrían estar nuestras familias”, le dijo a este diario un jefe naval.
Por eso, para sobrellevar estas horas de ansiedad, donde la información se basa específicamente en el incremento de los medios de búsqueda del operativo y, por ahora, la falta de resultados, la Armada puso a disposición de las familias “un equipo interdisciplinario para brindar ayuda psicológica y espiritual”.
“Estamos muy contenidos, nos están atendiendo muy bien”, contó en la tarde la esposa del maquinista Hernán Rodríguez, Marcela Moyano: “Es angustiante, una mezcla de sentimientos terrible”, dijo.
Fueron pocos los familiares de los casi cuarenta que se encuentran en la Base Naval los que eligieron hablar con los periodistas, que aguardan por novedades en el acceso a la Base Naval. Para muchos la opción fue publicar un mensajes de esperanza en las redes sociales. “Pido a Dios y Nuestra Madre La Virgen María y todos nuestros ángeles cuiden a mi primo Jorge Valdez con los 43 tripulantes del submarino ARA San Juan, para que regresen sanos y salvos a sus hoga- res”, escribió en su muro de Facebook un primode este tripulante salteño.
En la mañana, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, se acercó a la base para acompañar y dar una oración: “Como Iglesia nos hacemos presentes con nuestra humilde oración. Que Dios Todopoderoso, por intercesión de Stella Maris, sea propicio en este momento de dolor e incertidumbre”.
Stella Maris es la patrona del mar y su nombre lleva la capilla de la Base. A pedido del obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, en la tarde se llevó adelante una misa, pero se eligió brindarla “en la intimidad de las familias”.
La mayoría de los tripulantes del “San Juan” están radicados en Mar del Plata y muchos son de distintas provincias: Mendoza, San Juan, Salta, Río Negro, Entre Ríos, Misiones, Tucumán y San Luis, y sus familiares comenzaron a llegar a la ciudad. “Tres pasaron la noche aquí, pero estimamos que hoy se sumarán otros”, dijo un vocero.
La Base Naval se encuentra al pie del golf de Playa Grande, tiene un frente de casi un kilómetro y está protegida con un malla de alambre perimetral que ayer por la tarde comenzó a convertirse en el panel donde vecinos colgaron mensajes de aliento para los submarinistas perdidos: “Fuerza San Juan”, firman una cartel manuscrito “Magui, Feli y Trini”, y otro, sobre una foto de la nave, “¡Vamos hombres de acero, en casa los esperamos!”. ■