“Quiero incomodar al espectador más que contenerlo”
Hoy y mañana presenta la versión teatral de la novela de Roberto Bolaño. La obra dura doce horas.
Mañana el San Martín (Corrientes 1.530) abrirá temprano para presentar la primera de dos funciones extraordinarias por su duración. A partir de las once de la mañana comenzará 2.666, dirigida por el francés Julien Gosselin. El espectáculo, que se repetirá el sábado, es una versión de la novela del chileno Roberto Bolaño y la particularidad no es el abordaje de un texto narrativo descomunal, compuesto por cinco partes y más de 1.100 páginas. A este material ya lo llevó a escena el es- pañol Calixto Bieto. Lo sobresaliente en la puesta de Gosselin es el uso del tiempo: 2.666 durará doce horas con intervalos.
-Suele decirse que la atención plena de un espectador puede durar entre cincuenta minutos y una hora ¿Tomás esto como un cliché? -Tengo treinta años y pertenezco a una generación formada, como espectador, con los tiempos de la tele. Es más, asumo que tengo una hora de atención máxima. Lo que me pregunto no es si puedo o no tener atento al espectador, sino si yo mismo puedo sostener la atención durante tanto tiempo con esta obra. Y te juro que sí. Por otro lado, discuto algo en torno a que el teatro hoy en día es considerado algo aburrido. Es más, tengo la impresión de que en los próximos años el teatro se parecerá más en sus formas a la inmediatez de la televisión. Por lo tanto, como co- nozco cuáles son los tiempos contemporáneos, quiero incomodar al espectador más que para contenerlo.
-2.666 hace referencia a la violencia latinoamericana. ¿Cómo se relacionan con eso?
- Bolaño no es un escritor latinoamericano cien por ciento. Él, por ejemplo, detestó el realismo mágico. Hizo una literatura que tiene, por un lado, una locura indudablemente latinoamericana; y una tristeza europea. Por otro lado, 2.666 habla de una las violencias internacionales más duras: la ejercida sobre las mujeres.
-¿Cómo trabajaste esa “locura” latina con la expresividad y los cuerpos de tus actores franceses?
-No le puedo mentir al espectador, nuestros cuerpos dicen otra cosa y nos costó encontrar una “expresión latinoamericana”. Además, es nuestra primera vez en América Latina. Una alegría inmensa y al mismo tiempo tengo un poco de miedo. -¿De qué?
-Creo que los escritores de una manera u otra pertenecen al pueblo. Bolaño es Chile y Latinoamérica. En Francia y en Europa nos pasa lo mismo con nuestros grandes escritores. Por eso cuando se toca a un escritor, también se toca la sensibilidad de un pueblo. Esperamos no equivocarnos demasiado de registro. ■