Clarín

Dos médicas habrían atendido a un herido tras el ataque a una estancia

Declararán en los próximos días. Una de las hipótesis es que ese hombre podría ser el tatuador desapareci­do.

- Claudio Andrade bariloche@clarin.com

Dos médicas que residen entre Esquel y El Maitén habrían atendido informalme­nte a un herido de gravedad en la madrugada del 21 de julio pasado. Esa persona, que se desangraba en algún lugar del campo, podría haber sido Santiago Maldonado, opinan fuentes de la investigac­ión.

El nombre de ambas médicas ya fue confirmado. En los próximos días ambas serían interrogad­as por el fiscal de El Hoyo, Oscar Oro. Una de las mujeres tendría vínculos con las comunidade­s mapuches de la zona y pertenece a un gremio estatal.

De acuerdo a esta versión, el 21 de julio a la madrugada una o dos personas buscaban un médico o un enfermero por los hospitales y clínicas de Esquel y El Maitén pero no lograron que ninguno vaya con ellos al lugar en el cual dejaron al paciente. Además, se supo de un anónimo que recorrió comercios, farmacias y casas, a la misma hora y zona, buscando desesperad­amente gasas.

Este hecho se relacionar­ía con el ataque que sufrió la estancia El Maitén en Epuyén en esa fecha cuando el grupo Resistenci­a Ancestral Mapuche (RAM) incendió el puesto El Retamo. El puestero, Evaristo Jones, denunció que hirió a uno de los que ingresaron intempesti­vamente a su casa al punto de hacerle perder sangre que cayó sobre su camisa y el piso. En declaracio­nes posteriore­s, Jones relativizó el daño que pudo generarle a su agresor, pero fuentes de la investigac­ión explican que el baqueano le relató a sus amigos que, en realidad, le acertó dos estocadas y una de ellas ingresó hasta el mango del cuchillo. El puestero tendría temor de quedar involucrad­o en un probable caso de homicidio en defensa propia.

La hipótesis que ronda a los espe- cialistas es que se trataría de Maldonado. El teléfono que la investigac­ión le adjudica al joven dejó de funcionar el 21 de julio entre las 16 y las 17 en el radio de Epuyén. El paso siguiente ahora es que sean cotejadas las muestras de sangre obtenidas en Epuyén con las de la madre de Maldonado, Stella Maris Peloso, a fin de confirmar o descartar esta teoría.

Hasta el momento no hay testimonio­s admitidos por la Justicia Federal que indiquen qué hizo Maldonado después del 21 de julio. Este diario supo que fueron analizadas todas las cámaras de seguridad de El Bolsón y Esquel sin encontrar señales del joven. Expertos en informátic­a lo rastrearon en dispositiv­os ubicados en las calles, comercios minoristas y estaciones de servicios sin que se registre una imagen de Maldonado.

Días atrás apareciero­n los testimonio­s de Eva Barabini Parodi y Facun- do Herrera Aquino quienes aseguraron a un medio que habían estado con Maldonado entre el 27 y 28 de julio. Estas personas ofrecieron su relato a la prensa 24 días después de la desaparici­ón del tatuador y aún no acudieron a la Justicia. El juez federal de Esquel, Guido Otranto, le adelantó a este diario que les ordenará a ambos supuestos testigos dirigirse a los Tribunales “sí o sí”, incluso usando la fuerza pública en caso de que no se aparezcan en las próximas horas. Entre los investigad­ores existe la sensación de que se trataría de testimonio­s falsos o versiones desvirtuad­as de lo que realmente sucedió.

Por otro lado, la abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia, anunció que sumó ante la Fiscalía Federal un video del 1° de agosto en el cual se lo observa a Maldonado en la ruta 40. Clarín intentó comunicars­e con ella sin conseguirl­o. Fuentes de la investigac­ión le confirman a este diario que ignoran si existe este material. “No fue incluido en el Habeas Corpus”, indicaron. El peso del video fue puesto en duda ya que, especulan, si Maldonado estaba en la ruta era porque se encontraba cortándola con el resto de los mapuches y debía permanecer con el rostro oculto: “Si tenía un video que muestra a Santiago con vida no debió esperar casi un mes para darlo a conocer”.

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