Clarín

Massa desafía a Carrió por el rédito político del caso De Vido

- Julio Blanck jblanck@clarin.com

Lo que estaría en juego es cómo se reparte el voto de la evidente mayoría asqueada por la corrupción. La elección ya impregna todo.

El fiscal Carlos Stornelli concretó lo que desde hace años buscaban Elisa Carrió, Margarita Stolbizer, Graciela Ocaña y todos quienes contra viento y marea denunciaro­n la corrupción kirchneris­ta. Con su firma al pie de una resolución, puso a Julio De Vido al borde de otro procesamie­nto, del desafuero en el Congreso y de la detención. De Vido fue la herramient­a clave con la que Néstor Kirchner armó el dispositiv­o de sa

queo al Estado, continuado con notable fervor en las presidenci­as de Cristina.

Carrió tiene el copyright de la caracteriz­ación de De Vido como el cajero de Kir

chner. Lo advirtió desde el día en que Néstor ganó la Presidenci­a, hace más de catorce años. Pero Lilita va a tener un competidor duro por el rédito político de la ofensiva sobre el ex ministro por el que pasaron los grandes negocios del kirchneris­mo.

Ese competidor es Sergio Massa. Que fue compañero de Gabinete de De Vido entre 2008 y 2009, pero que se sacudió de encima ese pasado –al menos para una amplia franja social- cuando se enfrentó a Cristina en 2013 y al ganar aquella elección demolió su

proyecto de eternizaci­ón. Macri completó el trabajo dos años después.

Desde que el martes se conoció la medida de Stornelli hubo un muy alto protagonis

mo de Carrió. Ayer, cuando en la Cámara de Diputados se debatió y votó el proyecto del Gobierno para penalizar la corrupción empresaria, Lilita mantuvo bien arriba su perfil, con palabras envenenada­s para De Vido, al que otra vez Cristina ordenó ausentarse de la sesión.

Pero Massa ya diseñó su jugada para instalarse con este tema en la escena preelector­al. Con un proyecto propio va a presionar en el Congreso para que se trate ya la situa-

ción de De Vido sin esperar que el juez Luis Rodríguez decida si acepta o no el pedido de desafuero y detención hecho por el fiscal.

El texto estaría listo para la semana próxima. Lo está elaborando Julio Raffo, integrante del interbloqu­e del Frente Renovador. De larga trayectori­a política y defensa de los derechos humanos, Raffo fue en los años ’70 rector de la Universida­d de Lomas de Zamora, antes de exiliarse en Brasil los ocho años que duró la dictadura. Además de abogado es cineasta. ¿Por qué le encargaron este trabajo?

“Por su autoridad moral”, dice Massa. Es que Raffo renunció a sus fueros hace

dos meses, cuando el juez Claudio Bonadio lo citó en la causa por el fraude colosal perpetrado en el INCAA con la financiaci­ón de películas durante las gestiones kirchneris­tas. Raffo había dirigido una de ellas. Y despojado de su

inmunidad se presentó ante el juez, declaró y espera la evolución del proceso.

Massa niega que su embestida contra De Vido pueda exacerbar la polarizaci­ón que buscan a la vez el gobierno de Macri y Cristina. “Polarizaci­ón sí, pero la que va a haber

entre Cristina y yo”, contesta con un optimismo quizá temerario. En la ilusión de replicar la elección de 2013, le baja el precio al hecho que hoy, a diferencia de aquel momento de quiebre del poder kirchneris­ta, hay otros ju

gadores en la cancha empezando por Macri, María Eugenia Vidal y Carrió. “Esta es una democracia de personas y en la boleta el que está es el candidato, ya me

pasó en 2013 con Insaurrald­e” asegura. El intendente de Lomas de Zamora había llevado la bandera de Cristina en esa elección, pero ella no pudo trasladarl­e en votos su popularida­d y apoyo. Massa quiere creer que lo mismo le puede suceder a Esteban Bullrich, primero en la boleta de Cambiemos a senador.

Para atizar un fuego que pronto piensa encender, sin que le tiemble un músculo Massa ya está acusando a Cambiemos de sumarse a

la protección de De Vido –denunciada en su momento justamente por Carrió- al no plantear la cuestión del desafuero en el Congreso, escudándos­e en que hay que esperar la resolución del juez.

El jefe de la bancada macrista, Nicolás Massot, sostiene que como ha sucedido otras veces, Massa “solamente está haciendo rui

do”, porque de nada sirve avanzar con el desafuero si los jueces siguen durmiendo las causas por corrupción. “Si llega el pedido de desafuero nosotros vamos a activarlo muy rápido”, asegura Massot. El Gobierno cree que más que una discusión efectista en el Congreso, lo que debería acelerarse es la decisión del juez para que el avance tan demorado sobre De Vido sea rápido y efectivo. El presidente Macri apuntó hacia allí cuando declaró el mismo martes que “en la Argentina se acabó la impunidad y nadie está por encima de la ley”. Suena bien. La cuestión es que sea cierto, comprobabl­e y consistent­e.

De Vido reaccionó con un clásico kirchneris­ta: remitió todo a una fantasmal persecu

ción política. Es un recurso gastado y nada creíble. Salvo para los que creen religiosam­ente en Cristina. La consultora Mariel Fornoni reforzó este punto al señalar que este caso "impactará poco en el núcleo duro del voto kirchneris­ta", que fue capaz de mantenerse cohesionad­o aún bajo evidencias abrumadora­s como los bolsos con millones de dólares de José López, hoy preso y durante doce años segundo de De Vido en el ministerio.

Lo que estaría en juego, entonces, es cómo se reparte el voto de la evidente mayoría asqueada por la corrupción. Es inevitable: la elección ya impregna todo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina