Los argentinos se ven obsesivos, narcisistas y desconfiados
Lo reveló una investigación de la universidad Siglo 21. El 54% dice que no confía en el otro. Y cuatro de cada diez se consideran personas “interesantes y apasionantes”.
Una investigación de la Universidad Siglo 21 determinó que el 54% de los argentinos no confía en los otros. Y más de la mitad necesita tener “un pleno control de las emociones”. Además, cuatro de cada diez compatriotas se consideran personas “especiales y superiores”. Los más narcisistas del ranking nacional son los correntinos. Los cordobeses resultan ser los más histriónicos. Y los tucumanos son los que lideran el listado de los obsesivos. Entre los ególatras, se destacan los porteños. El sondeo se hizo en siete provincias, a más de 1.000 personas.
El argentino es un ser vivo que parece difícil de encasillar. Por lo general, buenos en las individualidades y un poco peores para las tareas de conjunto. Ahí están Leo Messi, la Reina de Holanda, el Papa Francisco y tantos otras personalidades y talentos que pueblan el país como el mundo, mientras la posibilidad de una nación viable todavía transita por el camino de la zozobra. Lo que nadie duda es que un gesto o una palabra nos identifica rápidamente. Un informe del Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21 buscó indagar en esas pistas para preguntarle a la gente: ¿Cómo somos los argentinos? Y de allí surgieron los cuatro estilos de personalidad más comunes: narcisistas, obsesivos, histriónicos y desconfiados. El último punto es uno de los más llamativos: el 54% de los argentinos no confía en el otro.
“Somos así. Es algo de la historia que nos caracterizó. El argentino es ególatra, sobre todo el porteño. Somos conocidos en el mundo por nuestro histrionismo y nos recono- cen cuando hablamos fuerte”, detalló la socióloga Manuela Gutiérrez, consultada por Clarín. “Lo de obsesivos también: lo veo mucho en las mujeres. Somos cuidadosos, cautelosos”, agregó la profesional.
¿Quién no escuchó alguna vez la frase “Dejá papá, que lo hago yo. Te lo soluciono en un minuto”? El 45% de los argentinos estuvo de acuerdo y totalmente de acuerdo con creencias típicas de la personalidad narcisista que hacen a los argentinos creerse
“especiales y superiores” y en general tienden a sentirse “por encima de las reglas”. Cuatro de cada diez se consideran personas “interesantes y apasionantes”.
La muestra tomó 1.050 casos de personas entre 18 y 65 años de la Ciudad de Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Rosario y San Miguel de Tucumán.
Entre las conclusiones, se destaca también una gran sensibilidad ante la “falta de respeto o trato inadecuado”. El 61% indica que “no tolera que le falten el respeto o no lo traten como merece”. Este rubro lo lidera Corrientes, escoltado por la Capital Federal. Más sobre nuestros rasgos. Descon- fiamos de todo y a veces, de todos. Eso también distingue al argentino en el Universo. Es que el 30% acuerda con que somos paranoicos, un patrón que se caracteriza por la elevada desconfianza frente a los demás. De acuerdo a este trabajo “las personalidades paranoides tienden a interpretar de manera malévola y sospechosa las acciones de otras personas, sin base suficiente”. El 54% dice que “no es seguro confiar en otros”, a lo que se podría agregar el 11% que piensa “si las personas se comportan de manera amistosa es que estarán tratando
de usarme o explotarme”.
“Es una situación que nos afecta como sociedad y la inseguridad también nos afecta”, analiza Gutiérrez. “Esto tiene que ver con el individualismo, se pierde el sentido colectivo. Pensamos que solos podemos y que nos podemos salvar solos. Pero no entendemos que necesitamos al otro porque somos sujetos sociales”.
En ese aspecto, el psicólogo Leonardo Medrano, al frente del estudio realizado por la Universidad Siglo 21, explica: “Nos llamó la atención que casi un 65% no confíe en el otro. Es
“Esto tiene que ver con el individualismo. Pensamos que nos podemos salvar solos”
llamativo y triste porque así es difícil una construcción colectiva para que haya cambios en el país”.
Los extranjeros suelen regodearse cuando nos quieren tocar el amor propio. Dicen que para ganar dinero hay que comprar a un argentino por el precio real y venderlo por lo que cree que vale. Aquí, un 33% considera “que es importante hacer todo de manera perfecta y otro 55% indica “necesito tener un pleno control de mis emociones”. ¿Quién puede lograrlo? El 38% de la gente consultada está de acuerdo con los tips de esta personalidad obsesiva, que se preocupa por el orden, el perfeccionismo y el control mental. Resalta Tucumán en este ranking y lo sigue Corrientes. Los
Un 25% señaló: “Es horrible que me ignoren. Necesito que me presten atención para ser feliz”.
porteños quedaron terceros.
El histrionismo también nos destaca. Hay un 32% de acuerdo con esta característica. Esto se resume en la búsqueda de atención, la necesidad de aprobación, la teatralidad y la excesiva emocionalidad. Un 25% señaló que “es horrible que las personas me ignoren” y un 13% afirmó que “necesito que las personas me presten atención para ser feliz”. En este rubro los cordobeses picaron en punta. En el balance no hay cuestión de género; hombres y mujeres argentinas son similares.
Consultado por este diario, el filósofo Darío Sztajnszrajber, dijo: “Me parece difícil capturar una tipología única, más cuando uno busca una característica común, que hable de los argentinos en su totalidad”, dijo. Y luego cerró “es interesante que la palabra confianza deriva de la palabra fe. Es decir, la confianza en el otro es un acto de fe. A mi me gusta la lectura donde lo interesante de la comunidad es poner en juego las diferencias. Se vuelve fundamental abrirse a las diferencias.