El regreso de Quiero Sardina
El potrillo invicto de Sueldo retorna a las pistas tras un descanso obligado y es candidato excluyente.
Se acerca el final de temporada y sólo queda ver la última consagración de ejemplares, donde dirimirán sus poderes locomotivos los jóvenes contra los más experimentados.
Y suena con fuerza un potrillo que ilusionó a muchos que lo pudieron ver en cada presentación. De Quiero Sardina se trata. Invicto en tres actuaciones y en Palermo, el hijo de Manipulator impresionó desde su estreno. En la recta se impuso por cinco cuerpos a Unico Ídolo (rival de hoy). En la siguiente, entre ganadores, el candidato triunfó por doce largos y como se suponía, el terreno clásico lo esperaba.
Así fue que en el Clásico Old Man, Quiero Sardina ganó su mejor carrera al vencer nada menos que a Le Ken y El Benicio, donde el de Sueldo tuvo muchos contratiempos. Estuvo muy indócil en las gateras, largó último, fue a buscar rápido la punta y demostró una gran guapeza en el final. Tras esa exhibición se esperaba una pronta consagración, pero quedó trunca la campaña selectiva y recién ahora Quiero Sardina vuel- ve para recuperar “algo” del tiempo perdido. Si bien lo hará en un terreno desconocido, las esperanzas están intactas para que el zaino mantenga su foja inmaculada.
El enemigo es el citado Unico Ídolo, que luego de aquella derrota, logró dos éxitos y fue quinto en la más reciente, contra Eragon, en el G. P. Palermo a siete cuerpos y medio.
De la vieja guardia Vástago Salvaje es el más potable. Viene con una seguidilla de seis victorias al hilo y de acuerdo al resultado, sería el trampolín para el Anchorena. El descendiente del gran Candy Ride ganó la última un clásico listado, en el tiro y pista de esta tarde. Bravo.