Un militar duro y crítico con Irán, la elección de Donald Trump para Defensa
Es el general James Mattis, conocido como “Perro loco”. Es “lo más parecido a George Patton”, para el magnate
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, eligió a un verdadero “halcón” como secretario de Defensa. Se trata del general retirado James Mattis, un ex militar que participó de la invasión a Irak y a Afganistán en 2001 y que considera a Irán el factor central de la inestabilidad en Oriente Medio. Se lo conoce como “Mad Dog” (Perro Loco) por sus posiciones extremas y sus exabruptos, alejados de toda diplomacia.
“Vamos a nombrar a 'Perro Loco' Mattis como nuestro secretario de Defensa, pero no lo anunciaremos hasta el lunes así que no se lo digan a nadie. Perro Loco es genial, él es genial”, afirmó ayer Trump, en una jornada que marcó su regreso a los escenarios públicos luego de su triun- fo electoral.
Mattis, de 66 años, nació en el estado de Washington y con apenas 18 años se enroló en el Cuerpo de Marines. Luego estudió Historia y dirigió sus primeras tropas en combate durante la Operación Tormenta del Desierto. Fueron, sin embargo, los atentados terroristas del 11 de septiembre los que catapultaron su carrera castrense, ya que fue uno de los primeros jefes militares en poner el pie en Afganistán como comandante de las fuerzas de vanguardia de la Infantería de Marina.
De Afganistán dio el salto a Irak como comandante de la Primera División de la Infantería de Marina que llegó a Bagdad para derrocar al entonces presidente Saddam Hussein, y en 2004 lideró la toma de Fallujah, bastión de la insurgencia sunnita.
Célebre en combate, Mattis se dio a conocer por unos polémicos comentarios tras su paso por esas guerras: “Uno va a Afganistán y se encuentra con tipos que han andado abofeteando a las mujeres durante cinco años porque no usan un velo”. “Tú sabes, tipos que han perdido toda la hombría. Y sí, es muy divertido disparar- les. De hecho, es muy divertido combatir, es tremendo”, dijo entonces sin ningún tipo de pudor.
Otra de sus célebres frases, que le suele remarcar a sus hombres, es la siguiente: “Sé educado, sé profesional, pero ten un plan para matar a todo aquel con el que te encuentres”.
En 2007 fue promocionado como general de cuatro estrellas a la comandancia del desaparecido Mando de Fuerzas Conjuntas, y en 2010 alcanzó la cúspide de su carrera militar al ser nombrado jefe del Mando Central, encargado de las operaciones en Oriente Medio, en reemplazo del general David Petraeus, nuevo director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Suele dedicar tiempo completo a su tarea como militar, motivo por el cual sigue siendo soltero, y sin hijos. Como jefe del Mando Central, “Perro Loco” dedicó gran parte de sus esfuerzos a combatir a Irán, país al que ve como principal amenaza para la estabilidad de la región, por encima de organizaciones terroristas como ISIS o Al Qaeda.
“Considero al ISIS como una excusa para Irán para continuar causando daño. Irán no es un enemigo del ISIS. Tienen mucho que ganar de la agitación que crea el ISIS en la región”, dijo Mattis recientemente, al considerar que la república islámica “ha tenido un comportamiento consistente desde 1979 que no muestra síntomas de cambio”.
Fue precisamente esa obstinación con Irán lo que le costó el puesto en 2013, cuando fue forzado a retirarse por tensiones con la Administración del presidente, Barack Obama, que llevó adelante el acuerdo nuclear con la república Islámica.
Una vez retirado, Mattis declaró ante el Congreso que la estrategia de Obama de salir de la región había contribuido al empoderamiento del extremismo, una opinión que llamó la atención del presidente electo Donald Trump. El magnate considera a Mattis lo más parecido que existe al general George Patton, que lideró el avance estadounidense por Francia y Alemania en la II Guerra Mundial.
Hay otro detalle que pinta la figura de “Perro Loco”. A Mattis también se lo conoce como “monje guerrero”, un apodo acorde con su afición a la lectura cultivada con los 7.000 ejemplares que posee en su biblioteca. “No me da todas las respuestas, pero ilumina lo que a menudo es un oscuro camino por delante”, afirma.