El dolor de un padre: “Chorro que mató, chorro que hay que matar”
Su hijo era Juan Ignacio Tejero, el joven de 22 años asesinado en un robo en Lanús a los 20 días de haber sido padre.
El crimen de Juan Ignacio Tejero Ilamendi (22), papá de un bebé de 20 días, conmocionó a Lanús, una de las zonas del Conurbano más golpeadas por la inseguridad. “Que se pague pena con pena; chorro que mató, chorro que hay que matar”, reclamó ayer Juan Carlos, padre de la víctima, durante el sepelio. Tanto él como sus familiares se mostraron absolutamente desconsolados. Y en el barrio crecieron las voces de reclamo por la situación caliente con el delito que se vive desde fines del año pasado.
Las declaraciones de Juan Carlos, además, reavivaron el debate sobre la justicia por mano propia, días después de la polémica desatada en torno al médico que mató a un ladrón durante un asalto en Loma Hermosa, partido de San Martín.
En diálogo con Radio Mitre, Juan Carlos relató el dolor que siente tras el asesinato de Juan Ignacio. “No sé cómo seguir. No sé cómo será el día de mañana. Me quiero ir con mi hijo”, explicó. “Estamos mal, estamos viviendo mal”, agregó.
“Queremos que el que hizo esto pague pena por pena. Chorro que mató, chorro que hay que matar. Le pido a (la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia) Bullrich que entre a las villas y saque las armas. Así como están haciendo con las drogas, que saquen las armas de las calles”, pidió el hombre.
Tejero anunció una marcha en reclamo de Justicia para la semana que viene en la Municipalidad de Lanús. El clima en la zona está muy caldeado: según datos de la intendencia, el de Juan Ignacio fue el homicidio número 23 cometido en el partido desde que asumió Néstor Grindetti (PRO), en diciembre del año pasado. Clarín confirmó que al menos 12 fueron durante robos. Y el ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo, dijo ayer a la mañana a Mitre que este municipio –y el sur en general– están sufriendo un pico de delitos. Por la tarde fue al distrito junto al secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, para implementar operativos de saturación allí.
El crimen de Juan Ignacio fue cometido el lunes a la noche en Gerli. La víctima había dejado a su hijo en la casa de la casa de su suegro. Cuando salió a comprar comida junto a su esposa, fue sorprendido por ladrones que intentaron robarle su coche. El joven atinó a poner marcha atrás y el ladrón lo ejecutó de un balazo en el pecho, mientras se abrazaba con su mujer.
El auto que usaron los asesinos, un Chevrolet Cobalt, fue hallado ayer prendido fuego en el barrio porteño de Pompeya, informaron fuentes policiales. Los investigadores determinaron que el coche había sido robado a mano armada el mismo lunes en jurisdicción de la comisaría 10° de Capital: tres hombres que iban en un Mini Cooper se lo robaron a un jubilado. Hasta anoche no había detenidos.