“Pepe Fechoría, me parece verte hoy atendiendo amigos de mesa en mesa”

Todas las noches llegabas puntual, bien vestido, perfumado, tus ojos claros, vivaces, pendientes de todo. Me parece verte hoy “de mesa en mesa”, atendiendo a tus amigos en “tu casa’”, “la fonda”, como la llamabas. No perdías detalles con El Zorro (Guy Williams), con un cliente desconocido o con el mismísimo Presidente de la Nación. Recibiste un merecidísimo homenaje en la televisión española, organizado por Xavier Ribalta, uno de tus más distinguidos invitados y estimados amigos, en el cual fuiste declarado Embajador de Galicia en Buenos Aires. Nada más justo para vos, querido José Alberte, conocido en aquel universo propio como “Pepe Fechoría”.

Hacía años que “la morriña” y “la tristeza de ya no ser” te habían llevado a buscar refugio en tu pueblito natal, cerca de tu anciana madre (fallecida no hace mucho), siempre bajo la tutela de la amada e inseparable Margarita. Ya te imagino “de mesa en mesa”, por allá, donde te esperaban Julio De Grazia, Juan Carlos Calabró, Paco de Lucía, Rolo Puente, el gran Gerardo y tantos otros a los cuales invitabas (literalmente) todos los días a “la fonda” para compartir tu vida misma.

Un recuerdo final: el festejo de casamiento que me regalaste, cuando -al morir mi padre- decidí no hacer fiesta y vos, “de mesa en mesa”, como siempre, juntaste treinta amigos ilustres para poder decirme “te quiero”, a tu generosa manera.

¡Te extrañaremos, Pepe! ¡Buen viaje, y hasta siempre, querido amigo!