Europa aporta fondos para que Turquía frene a los refugiados
La Unión Europea pagará 3.000 millones de euros a Turquía, un país que la propia Europa considera que viola los derechos humanos, para que Ankara cierre la puerta a los refugiados. Los gobiernos europeos buscan con desesperación la forma de parar la llegada de refugiados, que ya pasó del millón en lo que va de año y de los cuales más de 800.000 llegaron por Grecia tras salir en pequeños gomones desde Turquía. Más de 3.000 murieron por el camino.
La prioridad europea es parar la llegada de refugiados, que está alimentando a los populistas de derecha y convirtiendo en populistas de derecha incluso a gobiernos supuestamente socialdemócratas. Pero la llave de la puerta de los refugiados la controla el presidente tur- co Erdogan. Así que en plena alerta antiterrorista Bruselas puso ayer la alfombra roja a Erdogan, que decidió no venir y envió a su primer ministro Ahmet Davutoglu.
Según la versión oficial la cumbre dio resultados. Europa pagará esos 3.000 millones, eliminará en el otoño de 2016 la exigencia de visa a los ciudadanos turcos que viajen a Europa -aunque se requiere el apoyo unánime de los 28 y varios países no parecen muy dispuesto a aceptarlo- y abrirá ya un capítulo de las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE, una incorporación que muchas capitales rechazan. Las negociaciones llevan décadas bloqueadas y anoche Chipre, Grecia y en parte Francia recordaron que su postura no ha cambiado.
A cambio, Turquía debe parar o al menos frenar la salida de refugiados y firmar un acuerdo de readmisión de migrantes irregulares. Consiste en que Turquía acepte las deportaciones desde Europa de cualquier inmigrante sin derecho a asilo que haya pasado por Turquía, sin importar su nacionalidad. El primer ministro turco dijo en conferencia de prensa que Turquía aceptaba el plan pero que no podía prometer más.