Un gendarme para frenar a los refugiados
La Unión Europea encontró a su gendarme para que haga el trabajo sucio de frenar la ola de refugiados. Turquía separará a los que intenten cruzar hacia Grecia entre los que escapan de la guerra y los que lo hacen del hambre. Los primeros podrán seguir su camino a Berlín. Los otros, se quedarán en los campos de refugiados de la frontera con Siria donde ya hay más de 2 millones de personas viviendo en condiciones extremas.
A cambio, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan recibirá “inicialmente” 3.000 millones de euros, adelantará un año la medida por la que los turcos ya no necesitarán visa para entrar en Europa y reabrirá la negociación para que el país entre en la UE. Turquía viene intentando llegar a este punto, sin ningún éxito, desde hace dos décadas. Y hubiera continuado en esa espera, casi permanente, si no fuera por su condición de corredor imprescindible para los que huyen de las bombas en Siria, Irak y Afganistán. Es probable que tampoco hubiera logrado tan buen acuerdo para sus intereses si los terroristas del ISIS no hubieran atacado en París.
Mañana hay una cumbre en Bruselas para firmar los convenios impulsados por la canciller alemana Angela Merkel. Pero nada será fácil. Los turcos vienen haciendo todo como para que el acuerdo fracase y termine convirtiéndose en un facilitador para que el flujo de personas aumente y provoque más presión en Hungría o Croacia. El derribo de un cazabombardero ruso en la frontera turco-siria no ayuda. Y mucho menos la prisión del director y el responsable de la oficina en Ankara del diario Cumhuriyet.
El periódico de centroizquierda, con una historia de 80 años en Estambul, había denunciado que en enero de 2014 tres camiones cargados de armas y conducidos por agentes de inteligencia del gobierno fueron detenidos por gendarmes en la frontera con Siria cuando intentaban entregar el armamento a los turcomanos que apoyan al grupo jihadista Al Nusra. Erdogan asegura que era sólo ayuda humanitaria pese a que los periodistas mostraron el video en el que se ven lanzacohetes y municiones. La UE juega con fuego. Turquía tiene demasiados intereses en el conflicto sirio como para convertirse en un gendarme independiente.