Clarín

La falta de dólares nos pone frente a un campo minado

Los empresario­s temen por lo que hallará el próximo presidente: el Banco Central vacío, el país sin acceso inmediato al financiami­ento externo y Brasil en recesión. Para el 2016 se necesitará­n 24.000 millones de dólares. Los candidatos fantasean con una “

- Marcelo Bonelli mbonelli@clarin.com

Los jefes de la Unión Industrial Argentina consideran, en su intimidad, que comenzó a activarse el plan “bomba” que armó Cristina Kirchner para dejarle una economía con un campo minado al próximo presidente.

En un documento secreto, la cúpula fabril reconoce que ya existen “reservas negativas” y que el ganador de las elecciones tendrá que salir a buscar fondos para robustecer en forma urgente al Banco Central. También admiten que la ausencia de los dólares necesarios que dilapidó Axel Kicillof condiciona el futuro nivel de actividad: por eso esperan un año con caídas en la producción. El trabajo advierte que la recesión de Brasil condiciona­rá las medidas que adopte el futuro equipo económico.

El documento, de unas 20 carillas llenas de gráficos, presenta conclusion­es de una magnitud y sinceridad que forzaron una decisión política: no se distribuyó ninguna copia y un único ejemplar quedó guardado en la UIA.

Lo evaluó la cúpula fabril el martes y la conclusión fue compartida por la gente que lidera Adrián Kaufmann Brea: el ganador del domingo 22 recibirá una pesadísima herencia económica por parte de Cristina. El temor central está vinculado a la ausencia de un insumo básico: la evaporació­n de los dólares, y a que la ausencia de reservas en el BCRA condicione el paquete de arranque del presidente.

El trabajo fue debatido en profundida­d. Hablaron Cristiano Rattazzi, Daniel Funes de Rioja, Luis Betnaza, Juan Sacco y Miguel Acevedo. La exposición central estuvo a cargo del autor del documento: Diego Coatz, el jefe del Centro de Estudios de la UIA. El diálogo fue intenso y se expresó sin tapujos la verdadero opinión de los hombres de negocios. Por eso todos pactaron silencio y hermetismo. La habilidad de Kaufmann Brea permitió este diálogo sincero. El documento incluye conclusion­es muy fuertes sobre la nueva “crisis externa” que generaron Cristina y Axel Kicillof:

– Ahora las reservas líquidas del BCRA son de solo 6.900 millones de dólares.

– Es un punto de arraque frágil, frente a las obligacion­es del 2016.

– En estas reservas no están restadas los 7.000 millones de dólares de importacio­nes impagas.

– Si se cancelara esa deuda, las reser-

vas reales líquidas que recibe el próximo presidente “serían cercanas a cero, o negativas”.

La cúpula de la UIA hace hincapié en que esta “evaporació­n” de las reservas, va a condiciona­r una decisión clave de Daniel Scioli o Mauricio Macri: la mag

nitud del ajuste cambiario que el próximo presidente se verá obligado a aplicar en diciembre. En el “paper”, la UIA dice que “el campo minado” que deja Cristina determina darle prioridad a fortalecer las reservas de divisas. El documento lo afirma sin eufemismos: el próximo año, el Presidente electo necesitará 24.000 millones de dólares. Los candidatos fantasean con una “llu

via de dólares” por su propia elección. El agro podría liquidar en forma inmediata solo unos 4.000 millones.

Las autoridade­s del JP Morgan mantuviero­n contactos con ambos candidatos y por escrito les trasmitier­on que estarían dispuestos a hacer una multimillo­naria colocación en favor de la Argentina. Se habló de 10.000 millones de dólares, similar a la colocación para comprar de YPF. Pero el JP Morgan condicionó esa emisión a la resolución de un problema: acordar la deuda impaga con los fondos buitre, cuestión que llevaría varios meses de ardua negociació­n.

La UIA también advierte que la “crisis” del frente externo tiene un condiciona­nte: la situación de Brasil, cuya actividad fabril caerá un 7%, afectando las exportacio­nes argentinas.

Por eso los hombres de negocios proyectan el próximo año con una baja en la actividad económica.

En la intimidad, no comparten la visión ultra-optimista que exponen en campaña Daniel Scioli y Mauricio Macri.

Comprenden que forma parte del discurso para recolectar votos, y sostienen que el próximo presidente tendrá ventajas: el balotaje le permitirá llegar a la Casa Rosada con un fuerte consenso y con la libertad de utilizar todos los instrument­os para encarrilar la situación.

Varios dirigentes fabriles tienen simpatías por Daniel Scioli. Entre ellos Juan Lascurain y –con reparos– Juan Sacco.

Otros popes fabriles tienen su preferenci­a por Mauricio Macri, como Ratazzi, Funes de Rioja y Luis Betnaza.

Pero todos quieren ver cómo actuarán frente a la herencia y, en especial cómo manejarán políticame­nte el ajuste.

En ese encuentro de la UIA se conoció que Mauricio Macri –de ganar– irá con todo para provocar la remoción del directorio y de la cúpula del Banco Central.

Enrique Vanoli tiene una situación muy conflictiv­a después de la denuncia por malversaci­ón de fondos públicos por el bochornoso manejo del mercado de futuros.

Luego de la nota de Clarín –el viernes pasado– el propio Banco Central tomó medidas para tratar de minimizar el daño ya calculado en un quebranto mínimo de 30.000 millones de pesos.

Las transaccio­nes realizadas no tienen marcha atrás. El fiscal Eduardo Taiano, que investiga la denuncia penal contra Vanoli, tendría decidido avanzar en la investigac­ión e involucrar a todo el directorio en el negociado. La causa 12.152/15 fue abierta en la tarde del 30 de octubre por la denuncia de Federico Pinedo y Mario Negri.

El problema lo tiene inquieto a Kicillof. Fue Vanoli quien le trasmitió a Daniel Scioli lo que está dispuesto a contar en la Justicia: que fue el ministro el que dio la orden de llevar adelante las transaccio­nes que permiten ganancias fabulosas a las multinacio­nales, la cerealeras y la banca extranjera.

 ?? NESTOR SIEIRA ?? Preocupaci­ón. J. C. Sacco, Adrián Kaufmann Brea y Daniel Funes de Rioja.
NESTOR SIEIRA Preocupaci­ón. J. C. Sacco, Adrián Kaufmann Brea y Daniel Funes de Rioja.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina