Los caciques del Conurbano se cruzaron con sus competidores
Los intendentes K estaban con Aníbal F. en un hotel. De pronto, entraron los referentes de Cambiemos.
Aníbal Fernández siguió ayer con su plan de reuniones con los candidatos locales en la provincia de Buenos Aires. Con la idea de ajustar detalles de campaña y dispuesto a escuchar las inquietudes de una veintena de dirigentes de la primera sección electoral, el jefe de Gabinete organizó un almuerzo en el Hotel NH Bolívar. En el lugar, pese a tratarse de un escenario por el que suelen desfilar muchos políticos, el ingreso del nutrido grupo no pasó desapercibido. Aunque generó cierta sorpresa: sucede que, a esa misma hora, desembarcaron otros referentes bonaerenses, pero del Frente Cambiemos; para cumplir con el trámite de estampar su firma para la presentación de las candidaturas de cara a las generales, que vence mañana.
La coincidencia hizo que en el mismo edificio confluyeran, junto al candidato a gobernador, los caciques del PJ Hugo Curto (Tres de Febrero) y Alberto Descalzo (Ituzaingó), intendentes del FPV que buscan renovar su mandato encabezados por Gabriel Katopodis (San Martín) y Humberto Zúccaro (Pilar); y candidatos que se impusieron en las PASO, como Ariel Sujarchuk (Escobar), Gustavo Menéndez (Merlo), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Juan Ustarroz (Mercedes); entre otros; con –nada menos– los referentes de Cambiemos que, precisamente, trabajan para desbancarlos y apuntalar la candidatura a la gobernación de María Eugenia Vidal.
Fernando Niembro, primero en la lista de Diputados, fue uno de ellos. El periodista deportivo no llegó a cruzarse cara a cara con ninguno. En rigor, apenas hubo saludos informales entre un grupo de radicales, liderado por los diputados Ricardo Alfonsín, Miguel Bazze y Juan Pedro Tunessi (Mandato Cumplido) con allegados a la comitiva pejotista. Pero, para algunos, fue mejor que así fuera. “Me enteré que habían venido cuando estábamos comiendo. No tengo ningún problema personal con ellos, pero igual: mejor tenerlos lejos”, indicó a Clarín un dirigente K.
En cambio, otro referente del PJ sugirió entre risas y con picardía:
“¡ Qué lástima! Hubiera sido lindo ver un round Aníbal-Niembro”. Fue una referencia a las declaraciones que, horas antes, Aníbal F. realizó al salir al cruce de Niembro y el PRO por las denuncias por presuntas contrataciones irregulares de la Ciudad a una empresa ligada al periodista deportivo.
Desde Cambiemos, en tanto, recordaron que el NH Bolívar fue el búnker en las PASO del líder radical Ernesto Sanz y bromearon: “Ya quieren saltar del barco. ¡Están a tiempo!”.
Más allá del “susto” por tener a sus rivales cerca, la cumbre K dejó conformes a todos. Y no por la entrada de atún y el plato principal (lomo con papas), sino por el mensaje que recibieron de Aníbal Fernández. “Nos dijo: ‘La diferencia la va a hacer Scioli y ustedes en el territorio’”, contó uno de los presentes, al destacar la apertura que mostró el funcionario. Otro se fue conforme con la mirada hacia el futuro: “Los intendentes vamos a ser una parte clave de su Gobierno. Aníbal dijo que no hay posibilidad de encarar una gestión sin nosotros’”.
El día fue completo para Aníbal Fernández ya que antes del almuerzo recibió en su despacho al intendente de Lomas de Zamora Martín Insaurralde, con quien terminó de sellar la paz luego de que jugara fuerte por Julián Domínguez.