Violentos choques entre el ISIS y el ejército de Egipto: 160 muertos
Decenas de insurgentes islamistas lanzaron ayer una serie de ataques simultáneos, que incluyeron coches bomba y disparos de armas de fuego contra 15 puntos de control militares en el norte de la península del Sinaí, en Egipto, y mataron al menos a 70 personas, en su mayoría soldados. El grupo Estado Islámico (ISIS) se atribuyó los atentados, que causaron conmoción en el país.
Tras una oleada de atentados contra varios retenes del ejército, los yihadistas se enfrentaron violentamente a fuerzas policiales y militares en la localidad de Sheij Zuweid, que se convirtió de pronto en zona de guerra. Los cazas F-16 de la aviación egipcia bombardearon las posiciones del ISIS. La intensidad de los bombates impidió el acceso de las ambulancias.
Las autoridades dijeron que unos 90 insurgentes murieron en enfrentamientos que comenzaron a primera hora y se extendieron a lo largo del día, en lo que ha sido la batalla más letal en el Sinaí desde la guerra árabe-israelí de 1973.
Los yihadistas también minaron los alrededores de la comisaría de Sheij Zuweid para impedir la llegada de refuerzos, antes de apostarse en los tejados de los inmuebles cercanos y atacar el edificio con lanzacohetes, según un coronel de la policía. Entre las víctimas también hay muchos civiles, informaron fuentes médicas y de seguridad.
La rama egipcia del ISIS, An- sar Beit al Maqdes, multiplicó los atentados contra las fuerzas de seguridad desde que los militares derrocaron al presidente islamista Mohamed Mursi en julio de 2013. Los yihadistas dicen actuar en represalia por la sangrienta represión contra los partidarios de Mursi, que dejó más de 1.400 muertos.
La sofisticada planificación y ejecución de los ataques de ayer muestra que la insurgencia en el área se ha vuelto más fuerte y representa una grave amenaza a la seguridad de Egipto, mientras el gobierno respaldado por el ejército pasa apuros para restaurar la estabilidad luego de años de agitación desde el levantamiento de 2011, que derrocó a la larga dictadura de Hosni Mubarak.
El ataque de ayer se produjo dos días después de que el procurador general, Hisham Barakat, fuera asesinado en un atentado con una bomba contra su auto en la capital, El Cairo. Es el funcionario de mayor rango muerto desde el comienzo de la ola de atentados yihadistas en 2013. El martes, el presidente egipcio Abdul Fatá el Sisi prometió intensificar la lucha contra los militantes islámicos.
También ayer, un equipo de fuerzas especiales mató a nueve miembros de los Hermanos Musulmanes, incluido un ex integrante del Parlamento, en un allanamiento a un departamento capitalino, dijeron funcionarios de seguridad. El equipo fue recibido a balazos cuando entraron a la vi- vienda y respondieron la agresión, agregaron.
Funcionarios egipcios han culpado a los Hermanos Musulmanes de una serie de ataques recientes, aunque la organización, que oficialmente es catalogada como un grupo terrorista, ha negado participación alguna en los ataques, muchos de los cuales han sido reivindicados por otros grupos.
La filial del ISIS se adjudicó los ataques en el Sinaí y dijo que sus combatientes atacaron 15 posiciones del ejército y la policía, y que efectuaron tres ataques suicidas. “Los leones del califato atacaron de forma simultánea más de 15 puestos de control del ejército apóstata”, afirmó el grupo en un comunicado en las redes sociales, cuya autenticidad no pudo ser verificada.