Destacan el rol del Papa para el acuerdo EE.UU.- Cuba
El canciller vaticano confirmó hoy que Francisco había enviado cartas a Obama y a Castro. Proponía en ellas la liberación de detenidos. “Estamos muy contentos”, dijo el Pontífice.
El Vaticano confirmó las cartas de Francisco a Obama y a Castro para ayudar al acercamiento. Cristina dijo: “Los yanquis tardaron 53 años en darle la razón a Fidel.”
Mientras el mundo entero celebra el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el miércoles –día de su 78 cumpleaños y del anuncio oficial del hecho en Washington y en La Habana– el prestigio del Papa argentino llegó a su nivel más alto debido a su papel fundamental como mediador entre ambos países. “Estamos todos muy contentos”, dijo ayer Francisco ante 13 embajadores que le presentaron cartas credenciales. “Hemos visto cómo dos pueblos, que se habían alejado por años, han cumplido un
paso para acercarse”.
Jorge Bergoglio elogió la labor ejercitada por los diplomáticos que intervinieron. Dijo que “el trabajo de embajador es una labor de pequeños gestos, de pequeñas cosas, pero que determinan la paz, acercar los corazones de los pueblos, sembrar fraternidad”.
Elogiado y agradecido por los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Cuba, Raúl Castro, la mediación de Francisco “fue determinante”, dando un impulso notable a la negociaciones con una carta de puño y letra a ambos jefes de Estado. “Los invitó a superar las dificultades existentes entre los dos países y a buscar un punto de acuerdo, un punto de encuentro”, dijo el Secretario de Estado, Paolo Parolín, otra figura importante en la mediación, al confirmar la versión sobre las misivas.
En octubre, mientras la atención de todos convergía hacia el primer Sínodo de Obispos sobre la Familia, que tendrá su segunda etapa en octubre de 2015, en forma secreta se reunieron en el Vaticano con Parolín delegaciones de Cuba y Estados Unidos, en un encuentro motorizado también por aquellas cartas de Jorge Bergoglio a Obama y Raúl Castro.
Hoy presentará al Papa compatriota sus cartas credenciales el
nuevo embajador argentino ante la Santa Sede, Eduardo Valdés, quien aseguró ayer “sentir mucho orgullo de representar al país ante un Papa como Francisco” y calificó como “decisivo” el rol del Pontífice para acercar las posiciones enfrentadas de La Habana y Washington.
Valdés dijo que con sus iniciativas y actitudes Francisco está logrando que los jóvenes se acerquen a la Iglesia, “como pasó en los tiempos del Concilio Vaticano II en los años sesenta”, que “actualizó el mensaje de la Iglesia a un mundo que pedía cambios”.
Hoy, concluyó el nuevo embajador argentino en el Vaticano, “es el jefe de la Iglesia el que guía ese espíritu de transformación”.
En Roma y especialmente en los palacios vaticanos, las conclusiones son unánimes: esta victoria neta de la “audacia de la paz” que enfatiza la condición de pontífice –que quiere decir “puente”– y que Francisco usa como “constructor de puentes” en los conflictos internacionales, consolida netamente en la cátedra de San Pedro a Jorge Bergoglio. Se sabe que dentro y fuera de la Iglesia hay resistencias al Papa argentino, a su vocación por una Iglesia “pobre y para los pobres”, abierta sobre todo a la periferia geográfica, geopolítica y “existencial”. Pero Francisco no cede un milímetro en su voluntad renovadora.
En el plano interno está radicalmente cambiando la estructura y los responsables de la Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia. Ha creado un superministerio de Economía para limpiar a fondo el IOR, el banco vaticano y todas las finanzas. En las conferencias episcopales está nombrando obispos reformistas y dándoles funciones de gran responsabilidad. Además ha emprendido lo que llama “el camino” de la renovación en los temas más arduos de la familia que se decidirán en el Sínodo de octubre. Muy importante, además, ha completado los nombramientos en la comisión pontificia que se encarga de estudiar la situación de los abusos sexuales por parte del clero y otros responsables religiosos, aplicando con rigor la “tolerancia cero” a los culpables.
En el plano externo, ha tomado iniciativas extraordinarias como la que evitó un ataque norteamericano a la Siria en guerra civil por la cuestión de los gases tóxicos. En mayo reunió en el Vaticano a los
presidentes de Israel y Palestina, en una oración compartida de cristianos, judíos y musulmanes por la paz con seguridad para Israel y la creación del estado palestino. Ayer, en su sitio de tuiter escribió: “El Señor lo ha dicho claramente: no se puede servir a dos amos: o Dios o las riquezas”.
Ahora hay otra iniciativa en la que Francisco está moviéndose con discreción. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, pidió al Vaticano que “favorezca soluciones humanitarias” para los 136 reclusos sin proceso que quedan en el infierno carcelario militar de Guantánano. La oposición de los sectores conservadores norteamericanos es tajante. El partido Republicano, que acaba de ganar las elecciones parlamentarias de medio término, está totalmente en contra de la clausura.