A Defensa le falló hasta el tiro del final
Los de Diego Cocca fueron superiores. Un derechazo del goleador Lucero se fue cerca. Antes, Camacho estrelló un remate en el poste.
No era la noche. Los goles se merecen, pero concretamente se hacen. Washington Camacho envió un centro preciso para Juan Lucero, el goleador que casi nunca falla. Pero esta vez falló. Su remate de derecha ( intentó colocarla) se fue al lado del palo derecho de Matías Castro, que nada podía hacer. Y fue final. Defensa y Justicia empató en cero y dejó escapar la oportunidad de seguir como único líder. Con la igualdad, comparte la cima con Banfield en 62 unidades.
Fiel a su estilo, Defensa arrancó el partido a puro vértigo. Hay ideas y motivación en el elenco que comanda Diego Cocca, por eso pelea por ascender y es la gran sorpresa del torneo. Fue más eficaz del medio hacia adelante en los primeros minutos y ejerció un dominio absoluto. Redujo a la visita a casi nada. Tuvo la posesión del balón, manejó el juego con la movilidad de Nelson Acevedo y de Camacho (más eficaz por derecha que por izquierda) y generó peligro. Primero lo tuvo Axel Juárez, pero una rápida salida de Castro ahogó el grito de gol. La más clara estuvo en los pies de la figura del local: Juan Lucero. El delantero ensayó un taco dentro del área, pero la pelota no se fue a encontrar con la red. Hubiese sido un golazo. Y sobre el final de la primera etapa, Camacho remató cerca del ángulo.
Unión se mostró más débil. Se contuvo bastante, especuló. Alguna ráfaga de buen fútbol en los pies de Brahian Aleman, alguna aparición repentina de Nicolás Bertochi y no mucho más. Lo más claro fue un disparo de Sebastián Palacios que Fernando Pellegrino sacó cuando se le metía cerca del palo izquierdo. Además, el arquero le tapó un mano a mano al movedizo delantero que pertenece a Boca.
En el segundo tiempo, Defensa ( que lleva 9 sin perder) siguió siendo protagonista. No estuvo fino en los metros finales y no pudo vulnerar a Castro; por eso no ganó. Un tiro libre de Camacho, el mejor del duelo, se estrelló en el palo. Lo merecía Defensa y también Camacho. Por su parte, Unión se refugió y apostó a la contra. Pudo festejar, aunque Salinas desperdició un mano a mano por definir con displicencia.