La sociedad civil debe controlar al Estado
Admitiría serios reparos la afirmación de que la Argentina vive una democracia plena. La democracia requiere de ciudadanos, cuya autonomía es condición sine qua non. Hay ciudadanía de baja intensidad en aquella población sometida a la pobreza y la exclusión. El debilitamiento de la sociedad civil afecta a la democracia, concebida ésta como proceso cultural inacabado y en permanente inclinación ascendente. Debe constituir motivo de preocupación cuando la agenda ciudadana se va alejando de la agenda política, lo que sucede con frecuencia.
La sociedad civil adopta como formato el actuar de manera colectiva a través de organizaciones. Estas adoptan decisiones voluntarias e independientes de las estructuras gubernamentales y partidarias. Involucra a ciudadanos deseosos de expresar sus intereses y contribuir al bien común.
La participación de la ciudadanía en las organizaciones de la sociedad civil ( OSC), además de generar confianza y una actitud proactiva de sus miembros, contribuye a la construcción de capital social y fortalece la solidaridad activa, concepto que elude miradas paternalistas o meramente compasivas. Las OSC también coadyuvan a gestar una conducta ciudadana orientada hacia el poder
Uno de los debates a nivel mundial se vincula con alguno de los roles de estas organizaciones. Por ejemplo, el control de los gobiernos de turno
y la responsabilidad. Y el poder entendido como vocación y testimonio de servicio. Desde lo práctico, complementan y a menudo sustituyen las recurrentes ausencias del Estado. Lo hacen en variados ámbitos: cultura, salud, educación, empleo y vivienda, y otros. Uno de los debates a nivel mundial se vincula con alguno de los roles de estas organizaciones. Por ejemplo, el control de las administraciones de turno. El abuso de delegación que hace la sociedad civil trastorna la democracia. Proponemos ref lexionar sobre dos alternativas orientadas a la acción: a) Los organismos de control, en especial de los servicios, han demostrado su fracaso. Circulan sospechas de connivencia entre los controladores y los controlados. Habría que direccionar la atención hacia estos espacios. ¿No convendría que las OSC se involucren estructuralmente en estos organismos?; b) Otro debate global refiere a uno de los f lancos más vulnerables de las OSC: el financiamiento.
Para conservar su independencia ¿ no podría el Congreso Nacional incluir en el presupuesto un porcentaje sobre el total de las erogaciones para el funcionamiento y desarrollo de las OSC que operen ajustadas a la ley y las normativas vigentes? Sería un consejo directivo integrado por representantes elegidos democráticamente entre las propias organizaciones, el que definiría la asignación de los fondos, con términos de referencia claramente establecidos, auditorías externas y riguroso informe anual al Congreso. “Las utopías de hoy son las realidades del mañana”, exponía sabiamente el Papa Pablo VI.