Una casa con gran galería para disfrutar de las vistas al agua
Ubicada en un country de Escobar, la casa surge con el objetivo de convertirse en un refugio de fin de semana para una pareja con dos hijas. Por eso lograr una comunicación estrecha entre los espacios interiores y exteriores fue una de las claves del diseño que plasmó el estudio A3 Luppi-Ugalde-Winter.
“Al tener costa sobre un canal artificial, con suelos bajos, necesitamos elevar la vivienda aún cuando la normativa del barrio no permitía la modificación del perfil del terreno más allá de la línea de retiro de fondo”, explica Andrea Winter.
La arquitecta, además, comenta que “con estos condicionantes y siendo un terreno acotado en dimensiones (de 880 m2), el desafío fue disponer las áreas privadas en la planta alta e integrar los espacios cubiertos con los descubiertos”.
Siguiendo estos lineamientos decidieron generar una casa-galería de 313 m2, con visuales abiertas al agua y donde las actividades públicas se apoderan de la planta baja.
Esta galería se materializa por la elevación de las áreas privadas, es el espacio protagonista de la vivienda, que a manera de una pieza emergente conquista tanto el espacio como las visuales.
La pileta, en tanto, dispuesta sobre la línea de retiro de fondo es un plano transparente que se funde al fondo con el canal. A su vez, genera un fuerte contrapunto con la solidez de los muros de hormigón. Dos escaleras laterales completan la propuesta.
Funcionalidad es otra de las palabras clave del diseño de esta vivienda. En la planta baja, la galería está integrada con un living comedor y cocina creando una pieza única. Además, hay un área de servicios que tiene una habitación de huésped, con baño y lavadero, ubicada en un corredor lateral.
Una mención especial merece el techo del estar al que se le incorporó una lucarna, para permitir mayor ingreso de luz natural y, a la vez, generar un efecto especial.
En la planta alta, en tanto, se desarrolla la parte privada, con tres dormitorios -uno suite- alineados, con visuales al agua, que pueden ser unidos según la necesidad. Estos espacios están vinculados por un corredor con equipamiento de guardado.
La vivienda, con forma irregular, es una pieza monolítica de hormigón que parece que flota. Parece emerger de la naturaleza en un intento de capturar el paisaje.
Además, si se la observa desde el frente parece que se desarrolla en una sola planta. Al ingresar aparece como un efecto sorpresa la segunda planta. “No buscamos la forma sino que surgió en función de la distribución que necesitábamos y porque queríamos tener una galería que saliera desde el interior”, dice Winter.
“Desde el inicio, la intención fue conformar un conjunto que fusionara en un solo concepto la estructura, el programa y la materialidad, un sistema donde todos los componentes se unan pero donde cada uno conserve su lógica interna”, destaca la arquitecta.
Los únicos materiales que se utilizan, aparte del hormigón, fueron la madera y el vidrio. La madera es lapacho estacionado y aparece en el revestimiento del acceso y el sistema de parasoles de la ventana corrida de la planta alta, que permite lograr un juego de luces y sombras.
Los cerramientos son de vidrio con sistemas de carpinterías de alta prestación de PVC foliadas y doble vidrio hermético.
En los pisos interiores, en tanto, se eligió porcelanato mientras que en los exteriores se colocó un deck de premoldeados de cemento.
La casa es la combinación de estructura, arquitectura y materialidad. “El objeto terminado es importante, concluyen los integrantes del estudio A3, si trasciende su función específica para convertirse en un evento tanto para quienes lo contemplan como para quienes lo habitan”.
La piscina es la culminación de un espacio semicubierto integrado con el living, comedor y cocina.