Más lindo, más liviano, más perfecto...
Esta segunda generación del Q7 fue renovada completamente. Lujo, siete plazas y un comportamiento ejemplar.
Todos los Audi están cambiando su estilo. Pasan de líneas suaves y redondeadas a unas más rectas y filosas. Y así es esta segunda generación del Q7 respecto de su antecesor. A mi juicio, mucho más lindo. Pero el cambio es más profundo, en su estructura y en su mecánica. Este nuevo Q7, aún con más equipamiento que el anterior es 350 kilos más liviano. Con lo cual mejora su performance y disminuye el consumo de combustible. Recordemos que la carrocería del Q7 combina el acero con el aluminio, en una proporción de 60/40. Se nota esta diferencia de peso al conducirlo. Cambia de trayectoria con más facilidad y se siente más ágil en todo mo- mento. Además, para lograr una mejor tenida en curvas, Audi ha bajado cinco centímetros el centro de gravedad (logrado en parte porque los motores van colocados más bajos), y las suspensiones son de cinco brazos en lugar de ser de dos piezas en forma de horquilla superpuestas. Con el sistema de control del vehículo MMI, las suspensiones pueden adaptarse para un manejo más sport o más confortable. Además de ser un tren en la ruta, tiene también grandes cualidades off road, aunque me imagino que muchos de los que paguen 145 mil dólares por este vehículo tan lujoso no van a “arriesgarlo” trepando entre piedras. Sin embargo, el que quiera, puede subirle la suspensión (de altura regulable electrónicamente desde un comando en la consola central) y lanzarse a la aventura. Ojo con los neumáticos, que son más pisteros que off road. En todo caso, habría que tener otro juego. El motor es un V6 naftero, sobrealimentado con turbo e inyección directa. Su mayor fuerza de empuje (Torque 440 Nm) la tiene entre las 2.900 y las 5.300 revoluciones por minuto, así que su poder de aceleración y de recuperación de velocidad es excelente. La velocidad máxima está limitada electrónicamente en 250 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos (nada mal para un vehículo de 2.105 kilos). Y el consumo es otra muestra de eficiencia: en ruta, a 100 km/h, gasta alrededor de 7 litros cada 100 kilómetros, mientras que el consumo promedio es de 8,5 lts/100 km. La habitabilidad es muy buena (el Q7 es más grande que estos dos rivales), y la calidad del interior, superlativa. Se destaca la pantalla sobre la plancha frontal de 12,3 pulgadas que concentra toda la información del vehículo más la navegación satelital. El equipo de audio es de por sí excelente, pero como opcional se ofrece uno Bang & Olufsen con 23 parlantes y 1.920 W de potencia. Impresionante.