“GRACIAS, NO PUEDO PARAR DE LLORAR”
EL WEEKEND SOÑADO DE TINELLI Y SAN LORENZO
Quienes pregonan que todo “lo que toca es oro”, no están lejos de la realidad. Porque desde que Marcelo Tinelli (53) se decidió poner el hombro y participar activamente en la vida política de su querido club, el presente de San Lorenzo dio un giro abrupto. De una situación angustiante a nivel institucional, con un presidente que puso la renuncia a disposición y el fantasma del descenso acechando, a una actualidad emparentada con el optimismo y la felicidad. Desde que el conductor tomó el timón de un barco que inexorablemente se hundía junto con Matías Lammens (33), una especie de ahijado adoptivo de MT, el rumbo de San Lorenzo se empezó a enderezar. Marcelo asumió como vicepresidente y “las buenas” comenzaron a venir. Si hasta el contexto externo se congració con el “Ciclón”, que de buenas a primeras se hizo famoso en el mundo con la designación de Francisco (77), declarado hincha azulgrana, como nuevo papa de la Iglesia católica. Los cimientos del nuevo club se fueron levantando poco a poco y, ade- más de conservar la categoría, el 2012 se cerró con la gran noticia de la vuelta a Boedo, un sueño siempre anhelado por todos los sanlorencistas.
Las señales de que el paciente mejoraba eran inequívocas, y los frutos de la nueva gestión germinaron fuerte a fines de 2013. Acertadísimo en el mercado de pases, la campaña del Torneo Incial 2013 fue ilusionando a Tinelli y a la legión de hinchas. Hasta que se aproximó el fin de semana clave, con dos desafíos que lo podían teñir de “soñado” e “inolvidable”. Y si alguien necesitaba pruebas de que las buenas energías no lo abandonan, Marcelo salió airoso de las dos batallas. La primera, el sábado, con números que le dieron una ventaja aplastante en las elecciones presidenciales de San Lorenzo. La fórmula Lammens-Tinelli ganó con el 82 por ciento de los votos, luego de una jornada extensa y agobiante que Marcelo vivió en la sede a la par de los socios. Y el domingo, en su departamento de Alcorta Le Parc, todas las cábalas preparadas para ver por televisión la última función. Con su hijo, Francisco (15), con una de sus hijas,
Candelaria (25; Micaela está de viaje en Dallas), con su infaltable primo, Luciano Giugno (46), y con Guillermina Valdes (36) como aliados emocionales, MT terminó de redondear uno de los mejores weekends que recuerde.
“Graciasssss San Lorenzo de mi vida! Estas lágrimas son por vos. Gracias viejo, gracias Abulo por hacerme del Cuervo”, fue su primera frase en Twitter apenas se concretó la consagración. Y enseguida agregó: “Gracias jugadores, Cuerpo técnico, dirigentes, colaboradores y a los hinchas cuervos! No puedo parar de llorar. Gracias San Lorenzo”. Como un hincha más, Marcelo dejó su hogar entrada la noche para ir a festejar con la gente a la emblemática esquina de San Juan y Boedo. De allí a la concentración en el hotel Intercontinental, para felicitar a los jugadores, y cierre de jornada en el restó Gardiner, uno de sus preferidos.
El lunes, Marcelo amaneció feliz y con otra de sus sorpresas. Invitó a Lammens, al director técnico del equipo, José Antonio Pizzi (45), al manager, Bernardo Romeo (36), y a dos referentes del plantel ( Torrico y Cetto) a viajar a Roma en avión privado para visitar al Papa, a quien le llevó una réplica del trofeo ganado, además de saludarlo por su cumpleaños. Final de película para un año que no lo tuvo como protagonista del mundo del espectáculo, pero que lo posiciona en un ámbito, el de la dirigencia deportiva, que con su aura amenaza conquistar.