“BUSCAMOS OTRO BEBE”
VANUCCI, GARFUNKEL Y SU HIJA, EN PARIS
“La familia que formé es aún más linda de la que alguna vez soñé. Indiana es una nena feliz, simpática.”
Apor punto de culminar un año de fuertes emociones y experiencias que fueron desde el nacimiento de su primer hijo al accidente que puso en peligro la vida del empresario, Victoria Vanucci (29) y Matías Garfunkel (38) regresaron a París con un gran obejtivo: Celebrar las buenas noticias y un amor que en marzo próximo cumplirá tres años. En en brazos de sus padres, la pequeña Indiana, de sólo ocho meses, se unió esta vez al disfrute de la capital francesa que tanto enamora a la pareja, cuyas viajes de aventura, como aquella luna de miel en el desierto del Sahara, dieron paso a los itinerarios de ritmo familiar.
Una reunión acordada con el presidente del club París Saint-Germain, motivó el viaje de Garfunkel y Juan Nápoli —quienes acompañan como vicepresidente primero y segundo en la fórmula de Antonio Caselli, candidato a la conducción de River Plate—, a fin de generar un posible convenio entre los clubes. Como suele ocurrir su esposa decidió acompañarlo. Una vez llegados con su beba a la “Ciudad Luz”, Matías y Victoria celebraron allí la resolución favorable del litigio que dejó al empresario como único dueño de la FM Rock & Pop. “¡Es cierto vinimos a festejar! París es divina, una ciudad mágica de la que me enamoro cada vez que vuelvo. Con ´Mati´ la pasamos súper bien y ya estamos más cancheros para viajar con la beba. Indiana ya tuvo sus primeras vacaciones en Miami y St. Barth, y ahora le tocó conocer París. Mientras Matías trabajaba nosotras salíamos a recorrer. Me encantó llevarla a la calesita de la Torre Eiffel”, confesó Victoria.
Instalados en el exclusivo hotel Le Bristol, la pareja se despedía cada mañana y la modelo partía de paseo con su hija, acompañada por sus ni---
ñeras. “La pasamos bomba. París es tan glamorosa que cada vez que voy me pongo mi mejor vestuario. No hay mejor oportunidad. Puedo llevar a mi hija en cochecito e igual ponerme unos tacos bien altos. Creo que por más que seas mamá no hay que perder la coquetería, tenés que verte de punta en blan- co. Y, por supuesto, aproveché para ir de shopping, aunque ahora la mimada es Indiana”, agrega Vanucci, quien volvía a reunirse con su esposo por las tardes. Juntos visitaron la emblemática place Vendôme, donde se fotografiaron en familia. También posaron frente al Palacio Nacional de los Inválidos, cuya cúpula dorada destella al otro lado del puente Alexandre III, que cruza el rio Sena y conecta a ambas joyas arquitectónicas con el Gran Palacio y el Petit Palais. Tampoco faltaron la imperdible caminata por Les ChampsÉlysées, la avenida principal de París
y las escapadas románticas. “Salimos todas las noches. No perdimos nuestra vida en pareja, es más, ser padres la potenció. Cada minuto que tenemos solos es muy preciado y lo aprovechamos al máximo. Fuimos a cenar a nuestros tres restós preferidos de París. Seguimos siendo novios mas allá de estar casados”, afirma la modelo y futura diseñadora de ropa, su próximo proyecto. Para Vanucci, la maternidad es una experiencia renovadora: “Estoy plena y en el mejor momento de mi vida. La familia que formé es aún más linda de aquella que pude soñar. Todos los días agradezco a Dios. Indiana es una nena feliz, simpática. Todo se acopló para lograr una hermosa familia junto a los hijos de Matías. Estamos muy unidos. Indiana cambió mis horarios, con ella todo es temprano, pero te vas acomodando. Antes éramos cero rutina, pero ahora tenemos otro ritmo
“Mati es un papá muy celoso de sus hijos. Siendo mamá primeriza, él me tranquiliza y me enseña, al igual que mi hija.”
mucho más familiar, y eso me resulta encantador y placentero”, afirma. Dice que en Garfunkel encontró a un gran compañero para educar a su hija.
“´Mati´ la tiene clarísima con los chicos y es un papá muy experimentado. Siendo mamá primeriza, él me tranquiliza y me enseña, al igual que mi hija. Es un padrazo, le da de comer a Indiana, la mima todo el tiempo y la beba siente adoración por él. Cuando Matias entra en la habitación su hija lo mira enamorada, así que me tengo que hacer a la idea que el amor que se tienen es único. Es muy celoso de sus hijos y todo el tiempo se preocupa que ellos estén bien. En París la tenía a Indiana todo el tiempo pegada a su pecho, para resguardarla del frío. Y como esposo me da todo los gustos y quiere que esté siempre feliz. Nos protege muchísimo, y eso te da una seguridad única”, confiesa la modelo, hoy al frente de la FundaciónMatíasyVictoriaGarfunkel, la organización que crearon luego del grave accidente de tránsito que el empresario sufrió hace seis años en las afueras de Bariloche. “La idea es equipar con aparatología a aquellos hospitales que lo necesiten. Los Garfunkel siempre hicieron donaciones anónimas. El accidente nos abrió la cabeza y fue un punto de inflexión para crear nuestra fundación. Ayudar es muy bueno y por eso le propuse esta idea a Matías, además de ponerme al frente de la institución. Ya vamos por la tercera donación”, concluye Victoria, quien hoy ya piensa en agrandar la familia. “Con Matías nos amamos muchísimo y pasamos tantas cosas juntas que nos necesitamos mutuamente. Nuestro amor va mas allá. Ya estamos buscando otro bebé, porque me gustaría que Indiana tenga un hermanito para compartir sus juegos”.