UNA CASA, UN TEJIDO, UN LUGAR DE ENCUENTRO
Editorial
Tres escalas distintas, tres indispensables que construyen nuestro hábitat, hasta casi un mes atrás, cotidiano. Una casa en Nordelta, la polémica sobre un tipo de tejido en la franja costera de la ciudad de Corrientes y un lugar de encuentro ciudadano en Bruselas.
Ekaterina Künzel y María Belén García Bottazzini se juntaron para, al fin, hacer realidad un sueño de épocas de la facultad: el proyecto de una casa (página 6). María Belén está casada con Martín y juntos se embarcaron en la tarea de construir un hogar que, además de un proyecto profesional, sea un lugar de reunión. Ekaterina es pareja de Luciano Kruk, otrora coequiper del estudio BAK (Besonías-almeidakruk), arquitectos con renombrada fama por sus casas en hormigón en Mar Azul y Costa Esmeralda. Ekaterina hizo ya varios proyectos con Luciano. Desde 2014, tiene su propio estudio y ahora, junto a su amiga de la facultad, hicieron la Casa Castaños. También es de hormigón, pero a diferencia de las obras de los BAK, su sistema estético constructivo es más volumétrico, sin tantos pliegues.
Pasemos a otra escala, la construcción de un tejido. En La 0.3, Luis Bruno, Patricia López Goyburu y Marcelo Lorelli ponen en cuestión los resultados del concurso nacional de anteproyectos para el Plan Costero de Corrientes (página 10). Dicen que las imágenes del proyecto ganador “sirven de disparador para reflexionar sobre la preocupante visión urbana que tenemos los arquitectos, ya sea como proyectistas, jurados o funcionarios”. Sostienen: “…la idea de reservar esa tierra para implantar un conjunto de viviendas del Procrear nos parece tan desaconsejable como sembrar allí un ramillete de castillos privados.” Y agregan que estas áreas de oportunidad “merecen proyectos urbanos que les deparen una propuesta morfológica y una estructura parcelaria apropiada para ir construyendo de a uno edificios pequeños y medianos bajo envolventes comunes, con las pymes de esos lugares y con los instrumentos públicos que permitan integrar poblaciones de diferentes niveles socioeconómicos”. Otra pareja, pero en este caso de arquitectos, es la que ganó el concurso para rehabilitar el Teatro de Variétés de Bruselas y convertirlo en un nuevo Laboratorio Internacional de Creación Artística (página 12). Parece uno de esos programas que soñamos en la facultad pero que acá, en la Argentina, casi nunca se dan. Él, Ricardo Flores, es argentino; y ella, Eva Prats, española. Se conocieron trabajando en la oficina de Enric Miralles. Ahora, asociados con Ouest Architecture, ganaron el certamen para hacer este laboratorio, con dos salas de espectáculos, una cafetería / restaurante y un gran foro abierto a la ciudad. La idea fundamental es construir en el centro del edificio un gran vacío, el Foro: un espacio público de carácter urbano, donde la historia de este lugar que fue ocupado por los nazis y por los británicos; en los ‘60 fue cine y; en los ‘80, una ruin a participará en las conversaciones y los debates que se den en esta institución. “La historia -dicenestará presente como un actor más”. «